En dos semanas quedará inaugurada la obra de elevación del embalse de Arroyito, que permitirá incrementar la potencia de su central hidroeléctrica, mejorará la generación y, sobre todo, dejará la presa en condiciones de controlar una crecida como la máxima probable que puede llegar a tener el río Limay.
A la inauguración están invitadas autoridades nacionales y provinciales, incluida la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, pero no se sabe si vendrá (podría estar este martes en Chos Malal). Es posible que el acto sea encabezado, además de las autoridades de Endesa, por el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido.
El río Limay puede llegar a El Chocón con un caudal máximo que esta presa puede canalizar pero debería haber erogado tal cantidad de agua que le habría pasado literalmente por encima a Arroyito.
La obra permite transformar la capacidad máxima de erogación de Arroyito de los actuales 2.650 metros cúbicos por segundo a 3.750, un 37% más.
Arroyito forma parte de Hidroeléctrica El Chocón, una concesionaria controlada por Hidroinvest, donde a la vez Endesa España tiene la mayoría accionaria.
Aunque el Estado se había comprometido, en el momento de la privatización, a invertir para prevenir las consecuencias de una crecida máxima probable, esta obra la hizo el concesionario.
La decisión fue anterior al lanzamiento del plan Energía Plus, que premia con mejores tarifas los nuevos aportes de electricidad, pero de todos modos la empresa buscará que la ampliación entre en el beneficio.
Arroyito es una presa de materiales sueltos homogéneos, sin núcleo impermeable, lo que provoca que el agua migre permanentemente a través de su estructura y sea colectada por drenes que la liberan, del otro lado de la mole, a través de una serie de aforos. Pero además el cuerpo de la presa es interrumpido en el medio del cruce sobre el río por una estructura de hormigón que, a modo de puente con base en la roca, sostiene la central hidroeléctrica.
La crecida máxima probable de un río es el caudal que puede alcanzar cada determinado lapso si se dan todas las variables posibles que aporten agua, como el deshielo generalizado en momentos de gran acumulación en la alta montaña, acompañado de fuertes lluvias.
El Limay tiene cinco presas, dos de ellas con embalses de gran capacidad. No habría problemas para soportar una crecida extraordinaria, que en este río se daría cada 10.000 años, pero el cuello de botella era Arroyito, regulador del caudal del río hacia el valle. Para la obra, que el 20 de noviembre quedará inaugurada, se necesitaron casi 5.000 viajes de camión para transportar la cantidad de material que se depositó en el espaldón de aguas arriba.
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