Miembros de la Policía Científica de Gendarmería Nacional ya tienen en sus manos las muestras recabadas ayer en el canal DP1, DP2 y arroyo del Niño Perdido, Tucumán, para ser analizadas y determinar si existen sedimentos de una posible contaminación de metales que afecten a la Cuenca Salí-Dulce.
Estas muestras serán analizadas en un laboratorio de la Universidad de Buenos Aires, según confió a Nuevo Diario el director de Medio Ambiente de Santiago del Estero, Juan Carlos Targa.
Justamente este funcionario, junto a los gendarmes, el secretario del Agua, Abel Tévez, el director de Minería de Tucumán, un miembro de la Secretaría de Medio Ambiente de la Nación, mantuvieron una reunión ayer, en la sede de la Secretaría del Agua de Tucumán, durante la cual se elaboró un acta, previa al recorrido por los cursos de agua cuyos afluentes desembocan en el embalse de Río Hondo.
Este trabajo demandó varias horas, durante las cuales la comitiva se internó en los cursos de agua e hizo un trabajo meticuloso que incluyó que una vez tomadas, las muestras sean acondicionadas y selladas debidamente y luego refrigeradas, para que su conservación.
Lo que no está determinado aún es el tiempo que llevará analizar las mismas, y por ende, tener un resultado, que será importante para el futuro accionar del Comité de Cuenca Salí-Dulce.
“Si hubo algún tipo de contaminación con metales, en la mayoría de las veces queda en el fondo de los cursos de agua y no se elimina con facilidad. De allí la importancia de tomar muestras y analizarlas”, explicó Targa.
La tarea realizada ayer podrá ser puesta a consideración del resto de los miembros del Comité, en la reunión que comenzará hoy en la provincia y concluirá mañana.
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