Los vecinos de Puente de Madera que viven frente a la planta de líquidos cloacales se cansaron de tener que soportar los malos olores y ayer decidieron "acampar" en la sede de Aguas Rionegrinas. Quieren que se paralice la construcción de las piletas restantes hasta que puedan mudarse a las casas que el gobierno provincial se comprometió a construir.
Si bien la licitación está en marcha y hace pocos días se abrieron los sobres con las ofertas económicas, falta que se adjudique la obra que tiene un plazo de ejecución de dos años. Mucho tiempo para los dos que ya llevan soportando el fétido olor que despiden los deshechos cloacales de toda una ciudad y que les afectó la calidad de vida que tenían en el sector.
Ayer a la mañana un grupo que representa a las 65 familias que serán trasladadas, se acercaron hasta las oficinas de ARSA para intentar conversar con Fabricio Sánchez a cargo de la delegación local. "Sólo quiso recibir a uno de nosotros y como le dijimos que queríamos entrar todos, se fue", explicaron sobre la decisión de quedarse en el lugar hasta obtener una respuesta. Hoy evaluarán los pasos a seguir.
"Lo que queremos es que se cumpla con lo que prometieron y que está en las actas que firmamos. Que no van a construir el resto de las piletas hasta que nos mudemos. Pero están trabajando", informaron.
Dijeron que la media sombra que cubría el sector "está toda rota" y que "estos días de viento los deshechos vuelan sobre las viviendas", algo que ya ocurrió en otras oportunidades. Además que los aereadores "siguen sin funcionar" y que "el olor es insoportable. ¿Qué va a pasar cuando empiecen a llenar las otras piletas?", se preguntaron.
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