Las piedras utilizadas para la construcción del muro de contención son de baja calidad, por lo que los lugareños temen que puedan ceder fácilmente ante una avalancha.
“La situación fue planteada ante las autoridades (actuales) del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), pero no nos dieron mucha importancia, nos dijeron que al no tratarse de rutas nacionales o caminos vecinales no está dentro de su área de competencia”, sostuvo el concejal García.
De acuerdo a lo que pudimos averiguar, las piedras que se colocaron como cobertura final del muro, que estarán en contacto directo con el agua, y tienen la función de contener y romper las olas que se formarán en el lago, no son de la calidad adecuada, señaló por su parte el concejal Báez.
Añadió que si bien “no somos especialistas” en geología, les llamó la atención el hecho de que las piedras se rompen en múltiples pedazos cuando son arrojados contra otras piedras, como si se tratara de un terrón de tierra, por lo que hicieron las consultas con entendidos en la materia.
Nos dijeron que estas piedras tienen un problema, que no están en condiciones de resistir el efecto del agua y que van a ir derritiéndose, agregó.
El muro de contención es una de las obras de ingeniería más importantes para el complejo hidroeléctrico de Yacyretá, pues permite elevar el nivel de las aguas del río a la altura adecuada para tener la suficiente fuerza hidráulica para la usina hidroeléctrica. Sin este muro se inundarían miles de hectáreas en los distritos de San Cosme, Coronel Bogado e incluso Ayolas.
La obra fue construida entre los años 1985 y 1996; tiene unos 30 kilómetros de extensión. Está sobre la margen derecha del río Paraná, y corre en sentido este-oeste desde San Cosme hasta la zona de emplazamiento de la usina hidroeléctrica.
Las fisuras se pueden observar en algunos sectores de la ruta que corona el muro de contención.
CONCEJAL, EX OPERARIO
El concejal Américo García comentó que fue operario de máquinas de la construcción del muro durante cinco años, entre 1990 y 1996. “Recuerdo que las recomendaciones técnicas indicaban que las capas de tierra para la compactación debían ser de 25 centímetros, pero se hacían de 40 centímetros, para ganar tiempo, ahorrar horas-máquina y combustible”, dijo. Recordó que durante la etapa que le tocó trabajar como maquinista, el fiscal de obras por la EBY fue Isidro Dioverti
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