Juan Domingo Roitman, titular del Ente Regulador del Servicio de Agua y Cloacas (Ersac), indicó que la provincia tiene un “problema histórico” en materia hídrica, que es el acueducto de más de 50 años que va desde Estación Simbolar a Añatuya, y que para solucionar esa problemática hay una planta potabilizadora que se está haciendo en Añatuya, que dará más de un millón de litros por día, con lo que se cubriría las necesidades.
‘Se calcula que la obra estará finalizada en mayo del año que viene”, señaló Roitman a Nuevo Diario.
Este acueducto lleva el agua a varias localidades y tiene un límite de abastecimiento, porque es una obra que se construyó para una poca cantidad de habitantes y proveer en aquella época a la máquina del ferrocarril, que era a vapor.

Capacidad
Hoy existen grandes ciudades y poblados como La Cañada, Suncho Corral, Añatuya, que se transformó en una gran ciudad, Matará, que superan la capacidad del acueducto actual y se potencian más las necesidades “porque no hay agua ni siquiera para los animales”.
La obra en ejecución solucionará el problema por un buen tiempo y a ello se suma otra como el acueducto Santiago-Santa Fe, que saldrá del río Dulce y beneficiará a Añatuya, Los Juríes, Bandera y a todo el norte santafesino, que tiene una gran sequedad.
Indicó que existen zonas críticas como Ojo de Agua y Sumampa, para donde también se proyecta otro acueducto.