En la reunión participaron vecinos de Nueva Palmira, muchos de ellos integrantes del movimiento que desde hace un tiempo reclama más análisis en la calidad del agua.
A raíz de este reclamo OSE realizó análisis intensivos, que arrojaron que no se detectaba ninguna alteración química.
En efecto, no existen riesgos para la población de Nueva Palmira, según se supo el jueves, tras conocerse los resultados de los exhaustivos análisis que OSE realizó en la calidad del agua potable que el organismo entrega en la ciudad.
La preocupación de los vecinos por una posible contaminación del Río Uruguay, como consecuencia de la intensa actividad portuaria y de una fábrica de fertilizantes instalada en las cercanías fue despejada por el presidente de OSE, Martín Ponce de León, quien calificó de "excelente" la calidad del agua potable de Nueva Palmira. "Todos los parámetros dieron aceptables, según normas internacionales. Si uno solo nos diera por debajo, la calidad del agua sería no aceptable", explicó el jerarca.
Un minucioso informe escrito de los últimos análisis realizados durante octubre fue puesto a disposición de los vecinos para su conocimiento.
Consultas evacuadas
Una decena de preguntas fueron formuladas por integrantes de la comisión de vecinos de Nueva Palmira, que desde hace tiempo vienen manifestando preocupación por la calidad del agua potable que se consume. "Ahora vamos a consultarlo con gente de nuestra confianza que conoce del tema, pero en primera instancia confiamos en la seriedad de las respuestas que nos dieron", dijo a Radio Uruguay Silvia Dorzi, integrante del grupo que reclamaba mejores análisis del agua.
Con 9.230 habitantes, Nueva Palmira posee 3.707 conexiones y 73 kilómetros de red a lo largo de toda la ciudad. El puerto y las empresas vinculadas a éste son los mayores clientes del organismo por el volumen de agua que consumen.
Los vecinos plantearon dudas por posibles vertidos de azufre al arroyo Sauce, que desemboca cerca de la toma de agua, debido a la planta ubicada varios kilómetros arriba. "No hay escurrimientos al arroyo y si ocurriera un accidente lo detectaríamos inmediatamente", señaló a los presentes la técnica Ema Fierro.
Por su parte, la vicepresidenta del organismo, Carla Postiglioni, remarcó que no era necesario haber hecho con anterioridad pruebas específicas de control de cantidad de derivados de azufre en el agua. La razón es que una alteración en la composición del agua por algún derivado de este producto "hubiera disparado los otros parámetros que tenemos en constante vigilancia", precisó. La proximidad del puerto, el tránsito fluvial, el agua de lastre que traen los barcos, los florecimientos algales, el olor a cloro y la utilización de filtros domiciliarios fueron otras inquietudes a las que el organismo dio respuesta.
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