La decisión, según fuentes fidedignas, está firmada por el actual director de la EBY, ingeniero Carlos Cardozo, y la misma fue presentada como una orden inapelable del presidente Fernando Lugo, y que tuvo como mensajero y ejecutor, además del ingeniero Cardozo, al consejero Roberto Paredes.
Los despedidos del fin de semana por la EBY, además del ingeniero Valdez, son Katia Fogel, Fernando Pali Kurz y el ingeniero Marcelo O’Hara, ex gerente de terminación del proyecto.
El último de ellos señaló a nuestro diario que “su amigo, incluso desde Itaipú, y compañero en Tekojoja desde sus primeros momentos de actividad política”, le llamó y le dijo que si no lo despedía, se iba él.
De Fernando Pali Kurz se recordó que, gracias a su trabajo, pudieron detectar las estafas que perpetraban ciertos “líderes sociales y políticos” en nombre de los afectados, en connivencia con los administradores de turno de la EBY, pero que el reconocimiento de la actual administración fue se separación de la EBY.
Otras fuentes apuntan que Pali Kurz había tenido no hace mucho una fuerte discusión con el consejero Paredes, “quien acompaña a sol y sombra al director Cardozo”, quien, de acuerdo con lo apuntado por los denunciantes, funge como “comisario político” de Fernando Lugo en Yacyretá. Al menos es esa la percepción de la mayoría de los consultados.
El decreto Nº 334
Nuestros informantes tampoco descartan la hipótesis del retroceso o del cambio de actitudes, incluso en el propio Fernando Lugo. El documento que abona de creciente duda es el Decreto Nº 334 del 30 de setiembre de este año, en cuya pág. 9, folio 11, el firmante aprueba “todo lo actuado hasta el presente” en Yacyretá (ver copia facsimilar).
El ingeniero Orlando Valdez, con otros tres técnicos, como integrantes de la Comisión Técnica Binacional demostraron que el Presidente de la República tuvo razón en su comunicado de julio pasado, cuando exigía la inmediata reducción del nivel del embalse de Yacyretá hasta que concluyan las obras complementarias e incluso anunciaba la destitución de todos los responsables después del 15 de agosto.
Recordemos que a raíz de ese comunicado, el director argentino de la EBY, Oscar Thomas, en la nota DE Nº 45437, fechada en Buenos Aires el 14 de octubre último, dirigido “al Sr. director y a los Sres. consejeros”, al referirse al contenido del comunicado de julio de Fernando Lugo, coincidente con la gran mayoría de las denuncias publicadas hasta entonces por la prensa local, “magnificaron situaciones puntuales claramente poco relevantes...” y que solo se buscaba encontrar “argumentos que justifiquen una decisión política”.
El último fin de semana, en las fuentes consultadas, casi todas, exploraban las señales todavía imprecisas de la fisonomía del nuevo gobierno, con la intención de averiguar las causas de los últimos despidos.
Una sola deuda, dos perspectivas
La comisión de marras no solo contradijo la posición argentina sobre una eventual reducción del embalse, reiterada por Thomas en la nota mencionada más arriba, dicha personalmente a la prensa paraguaya el 1 de octubre pasado, al salir de Mburuvicha Róga, cuando restalló sobre sus cabezas la hoy celebre frase “... no hay mérito para bajar la cota”.
Según nuestras fuentes, por recomendación de la Comisión técnica que revisa el “preacuerdo sobre la deuda de Yacyretá”, Valdez comenzó a trabajar, con muchas dificultades, en la recolección de los documentos sobre ese preacuerdo, así como de sus bases documentarias.
En ese proceso, el ingeniero Orlando Valdez descubrió que los documentos correspondientes, los cálculos e incluso los software de cálculos no están en las oficinas de la EBY. Entonces recurrió a los técnicos que negociaron el preacuerdo, el ingeniero Helio Benito Pereira, hoy comisionado en Itaipú, y el economista Fernando Aldama. Trascendió que ambos estuvieron el 5 pasado en el domicilio del consejero Paredes, convocados por este, para conversar sobre el asunto.
Se supo, además, que en la ocasión se habló de una solución alternativa, en ese espacio y en esa “instancia”.
No obstante, Valdez insistió, añadieron nuestras fuentes, en que se le entregara el expediente porque él había recibido la instrucción de entregar los resultados de su investigación al otro grupo técnico, el que cuenta con el apoyo de la comisión que respalda a los negociadores de los reclamos paraguayos en Itaipú y la colaboración del Dr. Gustavo de Gásperi, consejero de la EBY. El desenlace de otro de los capítulos del proceso de “reorganización” de la entidad binacional se conoció el viernes, alrededor de las 16, la comunicación de que el director Cardozo había firmado el despido de Cardozo y de los otros técnicos mencionados.
Recordemos que el preacuerdo técnico sobre la deuda de Yacyretá, negociado por Angel María Recalde y defendido por Paul Sarubbi hasta poco antes del 20 de abril pasado, proponía la aceptación de la deuda que se acumuló bajo la vigencia ilegal de las Notas Reversales de 1992 y colocaba a nuestro país ante la alternativa de que la EBY cancelara su saldo, más de US$ 6000 millones, con el Tesoro durante 40 años, con casi la mitad de la generación de Yacyretá y a un precio considerado irrisorio.
Las condiciones no estaban dadas
“Decrecer el nivel del embalse a la cota 78 metros sobre el nivel del mar debido a que no estaban dadas las condiciones necesarias para proceder a la elevación del mismo a la cota 78,50 metros...”.
El párrafo transcripto, literalmente, corresponde al Informe Final de la Comisión Técnica Binacional firmado por los ingenieros Orlando Valdez, Carlos A. Guerreño I., Hugo Laterza y la abogada Gladys Margarita Ñúñez da Silveira C., el 15 de octubre de 2008.
El 1 de julio de este año, el entonces presidente electo de Paraguay, Fernando Lugo, señalaba que “los directivos paraguayos suscribieron un acuerdo con su pares argentinos para elevar la cota, pese a las advertencias explícitas de diversas instancias públicas y privadas sobre los atrasos en la realización de los trabajos de mitigación de los impactos ambientales, así como de tareas de relocalización de afectados y traslados de edificios históricos”.
A renglón seguido reclama la inmediata reducción del nivel del embalse a la cota 78, para la reubicación de todos los pobladores, sellado y limpieza de letrinas. sellado de pozos artesianos, verificación de estanqueidad del desagüe cloacal, entre otros trabajos, y añadía que “la conclusión de estas obras es una condición irrenunciable para la elevación de la cota a niveles superiores a 78 msnm”.
Según el inventario de la comisión de técnicos compatriotas, las obras pendientes, sin cuyo cumplimiento no puede pensarse siquiera en la cota 79, nivel que, según la orden del director argentino, Oscar Thomas, debieron alcanzarse el 1 de julio:
–Remoción de biomasa en una área de aproximadamente 241 hectáreas. Sellado de dos pozos artesianos. Clausura del matadero municipal. Rescate del patrimonio “urbano, arquitectónico, arqueológico e histórico cultural de la ciudad de Encarnación”. Ejecución del plan de control de roedores, faltando 120 predios a ser tratados.
–Solución a 17 familias que son beneficiarios, 56 familias en proceso de traslado y 99 sin derecho. Locales comerciales para no propietarios: 12 inquilinos pendientes de atención, también 43 olerías. Liberación y demolición de inmuebles, sellado de letrinas. Terminación de la presa del Aguapey, etc.
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