Uno de los factores decisivos para proyectar lo que será el abastecimiento eléctrico de la zona central del país en 2009 es la energía contenida en los principales embalses de uso hidroeléctrico del Sistema Interconectado Central (SIC).
De acuerdo con el más reciente informe hidrológico de la Dirección General de Aguas (DGA) hasta el momento el panorama es positivo, pues al 31 de octubre los tranques acumulaban un 9,8% más de energía que en el mismo lapso de 2007.
El organismo dependiente del MOP indicó que, de acuerdo con los polinomios de la Comisión Nacional de Energía (CNE), los embalses Rapel, Colbún, Lago Laja y Ralco, en conjunto, disponen de 3.948 GWh, mientras que al mismo mes del año pasado sumaban 3.594 GWh.
Esta cifra es 5,8% superior a los 3.730 GWh del promedio histórico de estos tranques y es un 1,7% superior a la disponibilidad de energía registrada a septiembre.
Sin embargo, las cifras de la DGA no son tan optimistas como las que maneja el Ministerio de Energía, pues la semana pasada su titular, Marcelo Tokman, informó que -según datos proporcionados por el Centro de Despacho Económico de Carga (CDEC) del SIC- el nivel de energía embalsada es un 15,6% mejor que a esta misma fecha del ejercicio anterior.
En lo que respecta al nivel de todos los embalses de generación del SIC, la DGA observó un incremento de 8,4%. Sin embargo, este panorama cambia al mirar los tranques Laja y Laguna del Maule, responsables de cerca del 70% de la producción hidroeléctrica del sistema central, pues al compararlos con 2007 presentan déficit de 29% y 36%, respectivamente.
Deshielos se aceleran
Para evitar que se repita un escenario como el de este año, en que una suma de elementos hizo que la operación estuviera al borde los cortes programados de suministro, es clave observar el comportamiento de los deshielos, fase que se produce entre los meses de noviembre y comienzos de marzo.
Al respecto, durante la misma oportunidad señalada Tokman indicó que este momento es cuando los embalses acumulan la mayor cantidad de agua. Esta agua opera como reserva para la operación del sistema hasta la llegada de las precipitaciones.
En ese sentido, la autoridad agregó que de acuerdo con los últimos análisis proporcionados por el CDEC-SIC, el nivel de deshielos será algo más seco que los niveles normales.
En este punto también se produce una diferencia de criterios, pues la DGA dice que “se ha acentuado el deshielo en los sectores altos en la mayoría de las cuencas, salvo en las del Limarí/Choapa y Tinguiririca, que aún mantienen un manto nival en los puntos de control, cuya permanencia, no se prolongará más allá de la segunda quincena de noviembre”, advierte el informe.
A juicio de especialistas este punto podría complicar la situación a partir de marzo, especialmente, si tal como ocurrió este año a un eventual contratiempo técnico se suma una sequía o el retraso del inicio del año hidrológico.
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