Para los pueblos ancestrales, que dependen exclusivamente de la tierra y de sus recursos naturales, los cambios climáticos resultan toda una tragedia teniendo en cuenta que los ciclos que les proporcionan meses de lluvias y otros de sol, se han visto modificados.
Entre los nativos que participan en el Foro, organizado por la Universidad Central y que se ha consolidado como uno de los eventos ambientales más importantes del año, figuran representantes de las culturas Barasana, del Vaupés, y también algunos Nasa, que viven en la Sierra Nevada de Santa Marta.
También arribó un grupo de curripacos, una comunidad que está entre Guanía y Vichada.
Según lo que han manifestado en el encuentro, el abastecimiento de alimentos en muchas de las comunidades está afectado por la variabilidad climática, como lo cuenta Marcos Terena, del pueblo Xané, de Brasil.
A lo que se suma la contaminación de sus recursos hídricos, la destrucción de los ecosistemas y el ascenso del nivel del mar.
Esto ha llevado a que los chamanes se declaren impotentes frente a situaciones que no pueden controlar con sus conocimientos tradicionales y por eso muchos no han tenido otra opción que emigrar, convirtiéndose en 'desplazados ambientales'.
Pablo Leyva, vicerrector académico de la Universidad Central, le explicó a EL TIEMPO que esto puede ser muy similar a lo ocurrido en otros momentos de la historia de la humanidad, cuando los pueblos originarios de América sufrieron grandes catástrofes y muchas civilizaciones se extinguieron debido al manejo inadecuado del medio ambiente o porque se dieron procesos de cambio climático a los que nunca pudieron adaptarse.
"Lo cierto es que nuestra sociedad, con su desarrollo avasallador y su desconocimiento de los efectos de este sobre la naturaleza, se vuelve vulnerable y arrastrará al desastre a los pueblos que por su fragilidad no sean capaces de adaptarse a las transformaciones", dice Leyva.
Por eso, la idea es que los nativos aporten y den ideas aplicables para controlar los daños en los ecosistemas.
"Ante toda esta reflexión, creemos que nosotros tenemos que ayudar a la humanidad moderna a encontrar el camino de respeto al medio ambiente, generando una sociedad capaz de promover una nueva forma de convivencia humana, de relación comercial pero con equilibrio ecológico, económico y calidad de vida", explicó Terena.
En el Foro, que llega a su quinta versión, también están representantes del pueblo Muskogee, que llegaron a Colombia desde Oklahoma (Estados Unidos), y expertos de Polonia, México y Argentina. El evento termina el sábado.
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