Las lluvias hace meses que ya no son una excepción y gracias a ello los embalses almacenan una gran cantidad de reservas. Aún así, la mitad de las fuentes ornamentales y estanques de Barcelona están secos. Son muchos los ciudadanos que, dada la abundancia de recursos hídricos disponibles, se preguntan por qué. Y más aún en una ciudad tan turística como esta en la que la estética de la vía pública juega un papel importante. La razón es que, oficialmente, sigue habiendo sequía y, en consecuencia, las restricciones de uso previstas en el decreto que la Generalitat dictó hace año y medio siguen vigentes.
En las cuencas del Ter y del Llobregat -las que alimentan a la capital- se mantiene la situación de excepcionalidad 1, que fija, entre otras limitaciones, algunas que afectan a los usos ornamentales. Y eso a pesar de que las lluvias, que comenzaron a caer en mayo y con algunas intermitencias más o menos acusadas se han ido repitiendo, han llenado los embalses a niveles desconocidos hace un año.
De hecho, los valores actuales están muy por encima de la media del último decenio. Ayer mismo, los cinco embalses de estos dos ríos - Susqueda, Sau, La Baells, La Llosa del Cavall y Sant Ponç- estaban al 72,17% de su capacidad total, según los datos de la Agència Catalana de l´Aigua (ACA) actualizados a las nueve de la mañana. En las mismas fechas del 2007, la cifra era menos de la mitad, un preocupante 31,13% (la fase más crítica de la sequía estaba aún por llegar). Mucho ha llovido desde el pasado marzo, cuando los niveles casi cayeron por debajo del 20%, el umbral considerado crítico.
Así las cosas, el Ayuntamiento de Barcelona quiere seguir predicando con el ejemplo y no dar a entender que despilfarra agua. Podría llenar todos los estanques con agua freática puesto que la prohibición sólo afecta al uso de la potable, pero, al menos por ahora, no lo va a hacer. Los responsables municipales tienen en cuenta que el uso generalizado de los recursos del subsuelo sería complejo y costoso. La falta de una red de abastecimiento específica para este tipo de agua obligaría a transportarla en camiones cuba, lo que requeriría de una logística complicada y cara.
La situación en Barcelona, aún siendo para sorprendente para muchos, es sensiblemente mejor que en otras, donde las fuentes están todavía más secas ya que la mayor parte carece de circuitos de recirculación, mecanismo que permite manetener el surtidor abierto sin tener que tomar agua de la red. En la capital, el 75% de las fuentes lo tienen instalado.
De las 285 fuentes ornamentales y estanques de Barcelona, 141 están en funcionamiento y 144 parados, ya sea porque el agua se ha evaporado, porque están pendientes de reforma o porque carecen de sistema de recirculación. Algunos de los que tienen agua se llenaron justo antes del inicio de las fiestas de la Mercè. La ACA autorizó de manera excepcional que 53 recibieran agua potable. Entre estos surtidores amnistiados estaban las fuentes de las plazas Reial, Catalunya y Espanya o la de Gran Via/ paseo de Gràcia. Otros 50 usaron agua del freático.
Aunque hay fuentes y estanques de referencia en la ciudad que tienen agua -los antes mencionados, la Font Màgica de Montjuïc o el gran lago de la Ciutadella- pero otros presentan una imagen insólita. Entre ellos, el de la plaza Gaudí, situado frente a uno de los enclaves más frecuentados por los turistas que acuden a Barcelona, la Sagrada Família. También sorprende el estado en que se encuentra el estanque del parque de la Espanya Industrial, que al estar pendiente de una reforma no se ha llenado.
Para que los surtidores puedan funcionar incluso en momentos de carestía, el Ayuntamiento va a instalar circuitos cerrados en 52 fuentes y lagos, de modo que, al final de este proceso, sólo queden 20 sin este dispositivo. El plan está dotado con nueve millones de euros. Este este año y el 2009 se actuará en 41 instalaciones y el 2010 y 2011 en once. Entre las beneficiadas está el gran lago de la Ciutadella, los estanques de los parques de Joan Miró y de les Aigües, del pabellón Mies Van der Rohe y las fuentes de los jardines Joan Maragall, del Teatre Grec, la Lluminosa El·líptica de Montjuïc o la de la plaza del Duc de Medinaceli.
Esta modernización, que busca el ahorro de agua y la mejora de su calidad, además de la instalación de circuitos de recirculación, incluye la presinstalación de sistemas dúplex de alimentación (agua de boca y, donde haya una conexión, también para freática), impermeabilización de fondos y paredes, instalación de autoanalizadores y autocorrectores de cloro y PH, sala de máquinas soterrada y control telefónico del encendido y apagado.
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