El Gobierno brasileño aprobó ayer el permiso ambiental para la construcción de la central hidroeléctrica de Jirau, en el corazón de la Amazonia, proyecto que despertó reticencias en Bolivia por la posibilidad de que inundara parte de su territorio.
La licencia ambiental era el último requisito administrativo del que dependía el comienzo de las obras del proyecto, que aún puede ser anulado por vía judicial.
La construcción fue adjudicada en mayo a un consorcio formado por el grupo franco-belga Suez (50,1%), la constructora brasileña Camargo Correa (9,9%) y las estatales Eletrosul Centrales Eléctricas y Compañía Hidroeléctrica de San Francisco, con 20% de participación cada una.
El consorcio derrotado, formado por la brasileña Odebrecht y la estatal Furnas, pidió la impugnación de la subasta porque los vencedores movieron el punto donde se construirá la represa 9 kilómetros del lugar indicado en la convocatoria para abaratar la tarifa de electricidad ofrecida, clave para la adjudicación.
El Ministerio de Medio Ambiente dio ayer el visto bueno a esta modificación, ya que es ´viable´ desde el punto de vista ambiental y ´no agrava los impactos´, pese a que se inundarán cerca de 10 kilómetros cuadrados más de la selva amazónica, según el consorcio constructor.
La licencia tiene una serie de condiciones, como la obligación de que el consorcio invierta $us 15 millones en planes de saneamiento y vivienda en Porto Velho, a unos 130 kilómetros del complejo. Las empresas también deberán asumir la financiación de una reserva biológica y dedicar recursos a la protección de especies en peligro de extinción.
La represa de Jirau es la primera del Complejo Hidroeléctrico del Río Madeira, que se completará con la central de San Antonio, subastada a fines del 2007 y adjudicada a Odebrecht y Furnas. Según el Gobierno, Jirau y San Antonio generarán 6.450 megavatios, cerca del 13% de la demanda energética de Brasil.
La construcción de ambas supondrá el desembolso de cerca de 10.300 millones de dólares y sus reservorios inundarán un área de cerca de 485 kilómetros cuadrados. Brasilia, EFE
LOS PROYECTOS
Finalidad: Las represas Jirau y San Antonio generarán juntas 6.450 megavatios, cerca del 13% de la demanda energética de Brasil.
Operaciones: Está previsto que San Antonio entre en funcionamiento el 2012 y que Jirau comience la generación de electricidad el 2016. |
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