El paso por calle Pacto Unión Nacional, entre Lino Churruarín y Provincias Unidas, es una odisea. De tierra, angosta, sembrada de baches y flanqueada por yuyos, la arteria comunica un sector del barrio Paraná V con la traza ancha de Provincias Unidas. Pero en el trayecto, los conductores deben sortear, al menos, un obstáculo: un pozo grande, hondo, atravesado en el medio de la calzada y repleto de agua.
Pese al mal estado de la calle, conductores de autos y motos porfiaban en pasar y pasaban la tarde que EL DIARIO recorrió el sector: detenían el vehículo, despacio vadeaban la olla y seguían marcha chorreando líquido durante un buen trecho.
“Lo que hay en el pozo es agua servida y el olor en el ambiente ya da una idea de lo que se trata”, advirtieron vecinas, que viven en la cuadra y que “padecen” a diario la existencia de la acumulación de líquidos cloacales a cielo abierto.
Y lo peor –según mencionaron las señoras- es que están obligadas a atravesar el pozo para ingresar a sus casas, pues calle Pacto Unión Nacional es contramano en su intersección con Provincias Unidas. “Entramos con los autos y llevamos la caca (en las ruedas) hasta la puerta de nuestras casas”, aseveraron, tras señalar una de las principales preocupación del vecindario: el riesgo para la salud.
Ante esa situación y para evitar ensuciar los vehículos, los habitantes de la cuadra decidieron entrar en contra mano, es decir por Provincias Unidas. Para realizar esa maniobra, obtuvieron una insólita autorización de un área de tránsito municipal (Ver Recuadro).
ENTUBAMIENTO.
El agua servida que chorrea incesantemente hacia esa cuadra provine del barrio Paraná V, según Cáceres y Analía Diyusto, otra de las vecinas damnificadas. Es que –de acuerdo a sus dichos- el problema comenzó a partir de la extracción de tierra del sector –antiguamente de quintas- para rellenar otra zona cercana. A esa cuestión se sumó el hecho de que el sistema de cloacas de Paraná V “rebalsa constantemente” y el panorama empeora cada vez que llueve, relataron.
Lo cierto es que la familia de Cáceres empezó a enviar notas a la Comuna desde 1994 y los reclamos se sucedieron en el tiempo. “En 2000 empezamos a pedir que entuben el caudal de las cloacas. Nunca nos dijeron nada, ni nos respondieron”, aseguró Cáceres.
La última solicitud –recordó la vecina- fue realizada hace dos meses ante el sector de Hidráulica de la Comuna, desde donde se prometió una respuesta que aún esperan.
También llevaron la inquietud a la Dirección de Conservación Vial, cuya contestación sorprendió a los vecinos. Cáceres informó que el director de Obras Viales, Héctor Ríos, acudió al barrio –transportado por los vecinos- y les dijo que no podía “hacer nada porque no hay presupuesto”.
Ahora bien, les propuso que el costo de la obra de entubado –que el funcionario estimó en unos 20 mil pesos- lo afronten los vecinos (en la cuadra hay pocos frentistas) y lo que sí podía aportar el área eran las maquinarias.
Para el vecindario, la solución pasaría por realizar un entubado por las cunetas para que los líquidos desagüen en algún sector de las red cloacal.
Es que, aseguraron, la especie de laguna en la traza se formó hace unos dos años, cuando tras una obra realizada por la empresa distribuidora de energía -que consistió en el cambio de lugar de una columna sostén de un transformador-, interrumpió un desague construido por los vecinos.
Una insólita autorización
En un pedazo de papel, la delegación sur del área de tránsito y transporte de la Municipalidad de Paraná autorizó a Romina Cáceres a circular en contramano un trecho de la calle Pacto Unión Nacional, entre Provincias Unidas y su casa.
En el papel figura el nombre del empleado que atendió el planteo de Cáceres y un número de teléfono y lo debe presentar en el caso de que le quieran aplicar una multa por transgredir el sentido de circulación establecido en esa calle.
“(El encargado de la delegación) me dijo que sí, que permiso para entrar en contramano tengo, porque si no voy a romper el auto. Le pregunté qué pasa si choco. Ahí no (la autorización no tiene alcance)”, relató la vecina. Verdaderamente insólito. |
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