Luego de 58 años de inactividad, la IV Flota de los Estados Unidos regresa a la región. Los objetivos son "intervenir con ayuda humanitaria en caso de desastres naturales, luchar contra el terrorismo y el narcotráfico y mantener libres y abiertas las vías económicas de comunicación por mar".
Este regreso a la actividad coincide con una etapa histórica de cambio en la configuración de la economía mundial y es claramente subsidiaria del Consenso de Washington. Conciben a mares y ríos soberanos, como aguas que ellos deben "proteger" y "administrar", objetivo declarado y, lógicamente, "desmentido" después. Es, válido preguntarnos: ¿la IV Flota significa una preocupación para nuestras naciones?
La región atraviesa procesos que expresan una voluntad acerca de su propia autodeterminación y muchos gobiernos alientan la integración, dejando atrás alianzas unidireccionales para un "libre mercado" tan objetado en estas horas. La concepción sobre "asistencia dirigida" es un enfoque discutible desde lo teórico e inadmisible desde una política regional soberana. Implica la traslación de los encuadres intervencionistas, aplicados a las catástrofes socionaturales y no se funda en razones humanitarias, sino en principios que constituyen un resabio de la vieja "Doctrina de Seguridad Nacional".
La actual concepción de prevención y asistencia en catástrofes se basa en la preparación de la población y la conformación y fortalecimiento de liderazgos locales. El enfoque posible de la gestión de riesgo y respuesta a la emergencia compleja debe ser plural y multidimensional. El trabajo preventivo con la población en áreas vulnerables es una de las novedades que la continuidad democrática dio en América latina respecto de las catástrofes socio-naturales, donde lo principal es la vulnerabilidad de las potenciales poblaciones afectadas.
Es ésta una concepción no intervencionista, participativa y democrática. ¿No será que la presencia de petróleo, de enormes acuíferos naturales y la producción de alimentos convierten al sub-continente en un espacio estratégico? ¿No habrá un intento de observancia detrás de los objetivos humanitarios enunciados?