En su edición del domingo 2 de noviembre Diario UNO reflejó en sus páginas que la problemática de la exportación de agua era una temática actual, cuando realizó la primera entrevista sobre el tema con el senador provincial por el departamento Garay, Ricardo Kaufmann.
En esa nota el legislador explicó que el jueves 30 de octubre había presentado en la Cámara alta de la Legislatura provincial un proyecto de comunicación para solicitar al Ejecutivo provincial que interceda ante los legisladores nacionales para que se elabore una ley que prohíba la exportación de agua potable ante las sospechas de que, en un futuro, se pueda llegar a vender al exterior.
Habría que decidir cuál va a ser la posición que se va a tomar respecto de esta venta del agua al exterior, porque ése es un recurso agotable", aseguró el secretario de Aguas
En la edición del 10 de noviembre Diario UNO dio a conocer que lo que se pensaba que era un negocio y una amenaza para los próximos años, ya era una realidad. Ese día la investigación del UNO reveló el nombre de la empresa (Makhena) que ofrecía por internet exportar agua del río Paraná, los montos que tendrían esas operaciones y el vacío legal que hay en el país que daría vía libre a cualquier empresa para vender agua potable al exterior.
El secretario de Aguas de la provincia, Hugo Orsolini, habló con Diario UNO sobre el tema y reconoció: "Lo estamos analizando. Por ser un hecho nuevo es un poco más dificultoso desde el punto de vista jurídico y de la cuantificación con vistas al futuro tratándose de un recurso tan escaso como es el agua dulce".
-¿Cuáles son las consecuencias que puede acarrear la extracción desmedida de agua del río Paraná?
-Este tema hay que analizarlo y debatirlo mucho. En principio el Paraná tiene un caudal tal que no lo afecta la extracción de agua para consumo humano en una determinada escala, aún muy superior a la que necesita la provincia de Santa Fe. De cualquier forma, el tema de la exportación de agua es una herramienta nueva, un fenómeno nuevo, un hecho nuevo que se está produciendo y que lo estamos analizando. Desde el punto de vista de la cuantificación del recurso, la ciudad de Rosario en el momento de mayor consumo, en las horas pico de enero, le saca al río Paraná mucho menos del uno por mil de su caudal. Por eso decimos que el recurso es amplísimo. Por supuesto, en la medida que nosotros vayamos incrementando esa extracción podemos influenciar en el caudal del río Paraná. Pero hay otro aspecto más importante que hace al dominio de las aguas, que es público. Por lo tanto habría que decidir en un futuro cuál va a ser la posición que se va a tomar respecto de esta venta del agua al exterior, porque ése es un recurso agotable. Por eso deberíamos empezar a cuidarlo de cerca, más allá de la magnitud que tenga el caudal del río Paraná. El agua es un recurso agotable y creo que ahí se tiene que plantear la discusión hacia el futuro.
-Más allá de que el río Paraná es un curso nacional, ¿la provincia puede legislar y regular la extracción de agua de ese río?
-Ese es el tema que estamos analizando. En principio no existe legislación de esa naturaleza en la provincia. Pero lo estamos estudiando porque va a ser necesario generarla si esto sigue avanzando.
Más allá de la magnitud que tenga el caudal del río Paraná, deberíamos empezar a cuidarlo de cerca. El agua es un recurso agotable y ahí hay que plantear la discusión."
-¿Cuáles son los pasos legales que debe cumplir un particular para sacar agua del río Paraná?
-En principio la fuente de agua de la que estamos hablando es de dominio público. Si nos referimos, en particular, al río Paraná interviene la Nación y, por otro lado, en el caso de algunas arroceras que están en territorio provincial interviene la provincia en cuanto a los impactos que se pueden producir por esa extracción y aplicación de agua en el territorio santafesino. A imagen y semejanza, por ejemplo, de una arenera hay dos aspectos que se deben cubrir: primero la autorización de la Nación y, el segundo, la autorización de la provincia, fundamentalmente en lo que hace a los impactos hídricos y todos los impactos ambientales que se van a producir. Entonces, hay dos jurisdicciones intervinientes. Nosotros ejecutamos el poder de policía dentro del territorio santafesino y, obviamente, la extracción que se hace sobre el río Paraná corresponde a la Nación.
Los cuidados del recurso natural
-¿Quiénes deberían hacer esos estudios de impactos ambientales?
-Eso se lo pedimos a la propia empresa que va a realizar el emprendimiento. En primer término se lo pedimos a la Nación y ellos nos contestaron que había que requerírselo a las empresas que solicitaban los permisos. En el caso de las areneras, la Nación les concedió el permiso de extracción de arena del río Paraná y, respecto a los impactos hídricos, nos pidió a nosotros que hagamos cumplir con los estudios ambientales debido a la afectación de bienes públicos o privados que pueda causar ese emprendimiento.
-Las empresas que realizan los estudios de impacto ambiental, ¿están en una nómina que fue aprobada por la provincia o la Nación?
-La empresa que hará la extracción inicia su pedido en la Nación, porque la jurisdicción es nacional. Ellos hacen la autorización, pero a su vez, la provincia de Santa Fe tiene leyes que deben cumplimentar respecto de los impactos que se puedan producir con esa actividad. Por eso la empresa debe hacer la presentación en el Ministerio de Aguas donde se le requieren todos los estudios que correspondan.
-¿Pero quién decide cuál es la empresa que hace los estudios ambientales?, ¿la misma firma que extraerá el agua?
-El estudio se lo requerimos a la empresa, pero lo terminamos aprobando nosotros, el Ministerio de Aguas y, en particular, la Secretaría de Medio Ambiente.
Un comercio mundial de millones de dólares
La empresa Makhena ofrece por internet la exportación de buques con una capacidad de 70 mil toneladas de agua dulce de río sin tratar. El costo final para el comprador ascendería a dos millones de dólares. El precio por litro que estaría pagando el destinatario es de 0,028 dólares por litro. A eso se suman los costos de potabilización.
El costo del flete es una traba para el negocio
El costo del flete desde la Argentina hasta Medio Oriente o África se llevaría el 50 por ciento del valor de la carga (un millón de dólares). Ahora aparece la oportunidad de abaratar esos costos porque quedaron en desuso los buques Panamax que no tienen doble fondo y no pueden transportar petróleo o químicos.
El acuífero Guaraní, un oasis en la contaminación
El 75 por ciento del planeta es agua y sólo el 3 por ciento de ese líquido es potable. De ese escaso porcentaje, un tercio se encuentra concentrado en el acuífero Guaraní que comparten, mayoritariamente la Argentina y el Paraguay y, en menor medida, Brasil y Uruguay. En Europa sólo el 10 por ciento de los ríos no está contaminado.
El agua embotellada, el negocio del presente
El mercado de las aguas minerales embotelladas creció a un ritmo impresionante en los últimos años. En los años 70, el volumen anual alcanzaba los 900 millones de litros. En los 80, esa cifra se colocó en unos 1.900 millones de litros, y para el 2000 se comercializaron 24.000 millones de litros de agua envasada.
Fuente: Diario Uno |
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