Las cerca de 3.100 observaciones que recibió el Estudio de Impacto Ambiental de HidroAysén están provocando las primeras consecuencias prácticas, que se suman al revuelo político que rodeó la primera fase del trámite ambiental para la construcción -por parte de Endesa y Colbún- de cinco centrales hidroeléctricas en la XI Región.
Energía Austral, filial de la minera suiza Xstrata Copper, decidió posponer el envío al sistema de evaluación del estudio de impacto ambiental (EIA) de Río Cuervo (600 MW), la primera de las tres centrales hidroeléctricas que proyecta en esta misma zona.
El gerente general de la eléctrica, Alberto Quiñones, explicó que aunque el estudio está en condiciones de ser presentado a fines de noviembre, tal como estaba previsto, el paso de HidroAysén por el análisis de los servicios públicos, los llevó a someter el EIA a una auditoría adicional a cargo de la australiana SKM, lo que retrasará el trámite unos 60 días.
“Queremos saber exactamente a qué atenernos, por eso pasaremos por nuestro proyecto las tres mil observaciones de HidroAysén. Si bien internamente nunca fue una opción esperar a ver qué sucedía con ellos, en atención a todo el ruido que generó, obviamente, las observaciones pasaron a ser un dato que estamos obligados a considerar”, señaló.
Agregó que así esperan “considerar la opinión de los servicios públicos y lo que estos podrían esperar de Río Cuervo”, unidad que -señaló- considera invertir cerca de US$ 80 millones en mitigaciones y compensaciones.
Quiñones aseguró que febrero es el plazo definitivo para el ingreso de su EIA y añadió que este desfase se hará extensivo a las centrales Río Blanco y Lago Cóndor, que completan el complejo y serían ingresadas en agosto y octubre de 2009, respectivamente.
“No habrá una segunda oportunidad y por eso lo que pasó con HidroAysén es un elemento de decisión para nosotros. Es impensable que se nos aplique por segunda vez el Artículo 24, pues si sucediera el proyecto desaparece. Por eso hacemos todos los esfuerzos posibles para entregar al sistema un estudio de la mayor calidad posible”, apuntó Quiñones refiriéndose al revés que Energía Austral sufrió en abril de 2007, cuando el EIA de Río Cuervo fue rechazado por la Corema, que le aplicó el artículo 24 de la Ley de Base del Medioambiente.
Esta vez -indicó- esperan contar con aprobación de la Corema en abril de 2010.
Línea de transmisión en etapa de factibilidad
Respecto de los estudios que Energía Austral encargó a Transelec para definir el trazado de la línea de transmisión que inyectará al SIC los cerca de 1.100 MW que producirán las tres centrales que Xstrata proyecta construir en Aysén, Quiñones adelantó que están a punto de iniciar la etapa de factibilidad en torno a tres propuestas.
Pese a que no descarta analizar el tendido de HidroAysén, que fue liberado por el Tribunal de la Libre Competencia (TDLC), el ejecutivo de Energía Austral señaló que los tres escenarios que evaluarán en solitario consideran construir un tendido de unos 1.100 kilómetros, que se conectará al SIC a la altura de Charrúa, en la Octava Región.
Lo que varía -dijo Quiñones- es el trazado de cada una y aunque declinó detallar la inversión que barajan, precisó que una de ellas considera que parte del tendido sea submarino, lo que representa un costo diez veces superior al aéreo.
Si hubiera factibilidad técnica y económica, los plazos complicarían la opción de usar la línea de Endesa y Colbún, pues -dijo- para sus fines es indispensable contar con información final al segundo semestre de 2010, ignorando si los datos del tendido de HidroAysén estarán para esa fecha.
|
|
|