El Director de Aguas de la Provincia, Félix Mamaní, negó la existencia de problemas en la provisión de agua potable para la población de la localidad de Alijilán, en el departamento Santa Rosa, al tiempo que aseguró que "el servicio nunca se cortó" y que había una "excesiva demanda" de parte de los usuarios.
Las afirmaciones del funcionario, sin embargo, se contradicen con la medida cautelar que dictó la Justicia en lo penal, a raíz de las denuncias que se presentaron en la comisaría de Alijilán y por las cuales debió intervenir la fiscal de Instrucción Nº 4, Patricia Olmi. Justamente por pedido de la funcionaria, el juez de Garantías Nº 2, José Carma, dictó una medida cautelar la semana pasada contra el propietario del campo "Rumi Noque", del cual salen cuatro vertientes naturales que abastecen a la población, para que se "abstenga" de bloquear el curso de agua como también de impedir el ingreso a su propiedad de los operarios que deben realizar la limpieza de los filtros y demás trabajos para garantizar el suministro del vital elemento.
Mamaní, sin embargo, precisó en un informe que remitió a este diario que "en realidad, el servicio se vio muy resentido durante poco más de un día por inconvenientes en el suministro de agua cruda que se originaron en la suspensión de las tareas de limpieza de los acueductos en el campo Rumi Noque". Durante la semana pasada, los vecinos de Alijilán radicaron numerosas denuncias, algunas de ellas con el patrocinio de la abogada María Soledad Quarín, porque al haberse bloqueado la salida del agua, hubo numerosas dependencias públicas (escuelas, entre ellas) que debieron suspender sus actividades justamente por esta carencia.
El Director de Aguas refutó tales afirmaciones, ya obrantes en poder de la fiscal de Instrucción, y por el contrario objetó que la gente "debe abstenerse de utilizar el agua para riego o para el llenado de piletas, para mejorar la presión de la red".
Aunque no directamente, Mamaní admitió haberse reunido con el propietario del campo, el mismo día en el que se había programado una reunión entre él y los vecinos de la localidad de Alijilán en la hostería, dado que la gente quería plantearle al funcionario en persona los problemas que vivían con el agua.
"Se acordó con el mismo (el dueño del campo) que las tareas de limpieza de los acueductos comenzarán a partir del lunes 17. Este hombre adujo que no dejaba entrar al personal de limpieza, pero entendió que no podíamos cortar el servicio", explicó el funcionario en el texto enviado a este diario.
Sin embargo, de haberse cumplido las disposiciones contenidas en la Ley Provincial de Aguas, Nº 2577/73, en concordancia con lo que se establece en el Código Civil. Entre otras cuestiones, la ley determina un orden de prioridad para el uso del agua, y el primero es el de "abastecimiento de poblaciones", tal como se determina en el artículo Nº 6, y luego en el artículo 17, donde se expresan en qué circunstancias el servicio debe ser suspendido temporalmente, como por ejemplo por la limpieza de los acueductos.
El mismo Mamaní admitió que el dueño del campo no dejaba entrar a los operarios para limpiar y permitir el abastecimiento, lo que ubicaría al propietario del campo en una clara infracción.
Del campo Rumi Noque brotan cuatro vertientes que luego fueron canalizadas hacia afuera de la propiedad y que así abastecen de agua potable a la población santarroseña. Sin embargo, por decisiones del propietario el curso de agua se bloquea en algunas oportunidades, lo que derivó en una serie de denuncias que terminaron con una demanda en la que, en 1994, la Cámara de Apelaciones en lo Civil dictó una sentencia en favor de los pobladores de la localidad declarando de utilidad pública el agua de las vertientes.
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