El prefecto interino del departamento de La Paz, Pablo Ramos Sánchez, junto al presidente ejecutivo de ALT, Julián Barra; autoridades de la Mancomunidad del Lago y representantes de la Embajada del Perú llevaron a cabo ayer una inspección en el sector de Pajchiri, Cohana y Kascachi.
La finalidad fue revisar las acciones de mitigación hechas por el Proyecto Binacional de Descontaminación de la Bahía de Cohana y los trabajos de recuperación ambiental.
Cohana, ubicada a orillas del lago Titicaca, a 135 kilómetros de la sede del Gobierno, tiene una población de 2.000 habitantes y se encuentra con daño ambiental y emergencia hídrica ocasionados por los desechos líquidos que llegan desde El Alto.

Los trabajos
Para el plan se adquirieron volquetas y una retroexcavadora, a fin de extraer la lenteja (planta con raíz flotante) del agua y trasladarla a otro sector para usarla como abono orgánico y mejorar la siembra.
La Autoridad Binacional del Lago Titicaca ha invertido 29.000 dólares para la descontaminación, mientras que la Prefectura de La Paz ya tiene preparado el manejo técnico ambiental.
Paralelamente se cuenta con dos volquetas que coadyuvarán en la recuperación del agua. La limpieza de la Bahía, en su primera fase, dio como resultado el recojo de 3.800 metros cúbicos de lenteja.
A Cohana llegan los afluentes de la Planta de Tratamiento de Agua de Puchukollo de El Alto y otros ríos contaminados que no reciben tratamiento y arrastran aguas domiciliarias servidas y desechos químicos de las industrias.
Este líquido es patógeno bacteriológicamente y provoca graves daños a la salud, como disfunciones, diarreas, enfermedades gastrointestinales, tifoidea, salmonelosis, cólera y shigellosis, entre otros.
Para impulsar y ejecutar acciones de mitigación y recuperación ambiental, en marzo de 2003 se creó la Mancomunidad del Lago Titicaca que está integrada por 14 municipios ubicados alrededor del Lago Sagrado.
La planta de Puchukollo fue diseñada y construida para una población de 300.000 personas, pero cuando inició sus obras El Alto ya sobrepasaba los 900.000 habitantes.