Desde distintos sectores comunitarios hicieron saber ayer su preocupación por la situación que atraviesa la planta de tratamiento de líquidos cloacales, que rompió el aireador principal en enero pasado y desde entonces no fue reparado.
En consecuencia, deducen que las instalaciones a cargo de Aguas Rionegrinas SA solo estarían procesando en parte la materia orgánica que ingresa.
Además hay complicaciones por el colapso de cañerías en los días de lluvia y cuando suben las napas. En definitiva, buena parte de las excretas de la población de El Bolsón va directamente sin tratar a la cuenca del Puelo.
Como si no bastara, los vecinos a la planta dicen que en los últimos días "no se puede vivir" por los olores nauseabundos que emanan, por lo que han organizado reclamos por escrito ante los organismos de contralor.
Al parecer, en reemplazo del aireador averiado colocaron otros dos de menor tamaño, que no alcanzan a procesar el material que ingresa. Recién hoy esperan despachar la maquinaria principal a un taller de Neuquén, donde tardarían otra semana en arreglarla.
Su función, a través de un rotor, "es incorporar aire y darle movimiento para que la masa se mezcle. Se trata de un proceso aeróbico sobre materia orgánica que se degrada", explicó una fuente técnica a "Río Negro".
En condiciones normales, "se estabiliza y luego se transforma en inorgánica, donde tampoco hay olores".
"Si los equipos instalados no tienen la capacidad de generar aireación, ni remoción -por lo que el proceso es parcialmente anaeróbico- entonces los gases son sulfúricos y es lógico que molesten a los vecinos", opinó.
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