Comenzó ayer la construcción de la primera etapa de las Termas de la Selva, un ambicioso proyecto turístico realizado en conjunto por la Municipalidad y la Cooperativa Eléctrica Limitada de Oberá (Celo).
Según el acuerdo, la Celo aportará el terreno y el agua termal proveniente de la perforación del Acuífero Guaraní; en tanto que el municipio se hará cargo de los recursos necesarios para la concreción del anhelado proyecto. La comuna inició las obras con fondos propios, la primera etapa costará alrededor de un millón y medio de pesos y estaría concluida en un máximo de cuatro meses, según confirmó el intendente Ewaldo Rindfleisch.
“Damos inicio a la primera etapa de la obra con trabajos de limpieza y reordenamiento del predio. Paralelamente, los equipos técnicos están trabajando en el llamado a licitación de la obra, que estaría finalizada en tres o cuatro meses”, señaló el alcalde.
Previamente al inicio de las obras, el Concejo Deliberante debió aprobar la conformación del consorcio entre la Municipalidad y la Celo, lo que fue posible con los votos de la bancada oficialista.
Zanjada esa cuestión, Rindfleisch destacó que “ahora no hay tiempo que perder porque se trata de un proyecto importantísimo para los obereños, más allá de cierta oposición política que tenemos”.
Entre los cuestionamientos que exhibió la oposición al proyecto termal, figuró cierto interrogante al caudal del pozo, lo que fue desestimado de plano por Orlando Pellegrini, presidente de cargo de la Celo.
“Si se tiene en cuenta que para llenar las dos piletas que tenemos hoy en predio se requieren dos horas de funcionamiento de la bomba, está claro que la provisión de agua está garantizada”, explicó.
Primer paso
La primera etapa del proyecto, único en la provincia de Misiones, se realizará con fondos genuinos del municipio, contempla la construcción de tres piscinas, sanitarios y accesos.
“Serían obras por alrededor de un millón y medio de pesos, monto que si prorrateamos en seis meses, creo que podemos hacerlo con nuestros propios recursos”, explicó Rindfleisch.
Lamentó además la falta de apoyo evidenciada por las instancias superiores de gobierno, más allá de innumerables gestiones.
“Nos cansamos de golpear puertas, tanto a nivel provincial como nacional, mendigando fondos -reconoció-. Hasta ahora no tuvimos suerte, pero seguiremos intentando porque no se pueden desentender de una obra tan importante para la región”.
La duración del consorcio entre la Municipalidad y la Celo será de 20 años y las partes acordaron que la explotación del complejo termal no podrá ser privatizada, concesionada o cedida a instituciones públicas o privadas.
El órgano de representación será el Consejo de Administración, que estará integrado por cinco miembros: el intendente, dos representantes designados por el municipio y otros dos por la cooperativa.
En cuanto a los excedentes de la explotación, se especificó que el 45 por ciento se afectará a obras de interés para el consorcio, 25% se destinará a la prestación de servicios, y 15% a repartir en partes iguales entre ambos socios. |
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