La modalidad incluye también a la ampliación de redes de agua y alumbrado público • Los vecinos deben organizarse para adquirir los elementos necesario y la Comuna hace la tarea • “Es el camino que tiene el Municipio para realizar (los trabajos) en este marco de crisis, donde el presupuesto -tanto para los vecinos como para la Comuna- se hace cuesta arriba”, dijo el Subsecretario de Saneamiento.
La Municipalidad de Paraná implementa el sistema denominado Esfuerzo Compartido para extender la red de cloacas, de agua y también de alumbrado público.
La modalidad fue inaugurada -con otro nombre- en la gestión de Julio Solanas, evidenciando ya la pérdida de la capacidad de financimiento de la Comuna, y consiste en lo siguiente: los vecinos interesados en tener la obra se deben hacer cargo de la compra de los materiales de construcción y el Municipio realiza el proyecto y ejecuta los trabajos.
Ahora bien, el sistema permite una variante: los frentistas también pueden asumir la responsabilidad de contratar la mano de obra.
“Dentro de los pedidos que vienen haciendo los vecinos en la ciudad, es el camino que tiene el Municipio para realizar (los trabajos) en este marco de crisis, donde el presupuesto -tanto para los vecinos como para la Comuna- se hace cuesta arriba.
Así, cada uno pone lo que puede. En este caso los vecinos -generalmente- compran los materiales y Obras Saniarias hace el proyecto y la ejecución de los trabajos”, explicó el Subsecretario de Saneamiento de la Comuna, Juan José Moreno.
De esa manera, se realizaron redes de cloacas en dos cuadras de calle Artigas y se tomó una obra iniciada en la anterior gestión en la Vecinal Larramendi, que posibilitó que unos 70 frentistas se conecten al sistema, dijo.
Con el mismo mecanismo -Esfuerzo Compartido-, también “hemos hecho ampliaciones de redes de agua. Este sistema es para cloacas, agua y alumbrado público”, apuntó y expresó que mediante ese esquema de trabajo, el frentista queda excento de pagar la obra mediante la Contribución por Mejoras.
• Cañería
“La extensión de la red cloacal en la ciudad se lleva adelante a través del sistema de Esfuerzo Compartido”, informaba el sitio digital de la Comuna hace unos días y añadía que la planificación y ejecución de los trabajos quedaba en manos de la Dirección de Obras Sanitarias municipal.
Al respecto, Moreno puntualizó que la repartición encara la tarea con personal propio, “concretando la conexión domiciliaria a cada domicilio y el vecino”.
Aunque, en diálogo con EL DIARIO, aclaró que el vecindario -además de comprar los materiales- puede contratar alguna empresa que haga el trabajo y, en este caso, la actuación de la Dirección de Obras Sanitarias se limitaría entonces a inspeccionar las tareas.
• Antecedente
En 2004, a poco de haber arrancado la gestión, el Municipio implementó el Programa de Comunidad Organizada, única vía propuesta a los vecinos para acceder al mejoramiento del alumbrado público.
El sistema, que reemplazó al viejo por el que la Comuna financiaba la obra y una vez hecha la cobraba al frentista a través de la Contribución por Mejoras, otorgó un rol preponderante al vecino, pues todo dependía de él. Es que los propietarios de los inmuebles debían organizarse para comprar las columnas, después de buscar presupuestos en herrerías y juntar el dinero por cuadra. Una vez que la gente tenía listas las columnas, la Municipalidad se hacía cargo de la colocación y la instalación final con lamparita incluida. Pero llegar a esa instancia, les costaba esfuerzo, perseverancia y organización, se informaba por entonces.
Ahora ocurre algo similar con las cloacas. Carlos Cavallo, presidente de la comisión vecinal Larramendi, comentó que hace entre dos y tres años que vienen “luchando” para tener la obra. Empezaron por comprar los materiales, luego de que funcionarios muncipales no les dieran otra opción. Los trabajos se iniciaron un año después, intervinieron máquinas de Vialidad provincial y luego lograron firmar un convenio con el Gobierno municipal. El acuerdo consitió en que cada vecino iba a comprar el material necesario para cubrir su frente -cañería, arena- y el trabajo lo aportaba la Comuna. Al final, “el Municipio no puso casi nada. Lo que puso es la mano de obra y las máquinas”, contó. A cada vecino le costó entre 350 y 400 pesos y hubo quienes quedaron afuera del tendido, pues no quisieron participar, informó el vecinalista.
Tras esas complicaciones, dijo que la obra aún no está concluída, pues restan conectar cinco casas a la red.
• Falta un 40 %
Casi la mitad de los habitantes de la ciudad no tiene cloacas. Al respecto, el Subsecretario de Saneamiento, Juan José Moreno, recordó que se gestionó hace unos meses, a través del Fondo Fiduciario Federal de Infraestructura Regional -vía gobierno provincial-, un pedido de financiamiento para la construcción de redes por valor de 10 millones de pesos.
La obra abarcaría tres sectores: el ubicado en Tiro Federal, San José Obrero y la zona de Gazzano.
“Es una gestión que hicimos hace varios meses y aparentemente viene viento a favor. No sé si a fin de año o principios del que viene se estaría rubricando el convenio que posibilitaría llegar con cloacas a sectores densamente poblados”, aseguró.
• El Dato
El costo estimado que debería afrontar cada frentista por el paso de un caño que va de una esquina a otra y por otro caño que comunica esa red con su casa es de 500 pesos. El precio corresponde a los materiales. En tanto, para la instalación interna se calcula que se requieren entre 1.500 y 2.000 pesos. Esa erogación no está incluída en el acuerdo mancomunado entre vecinos. En esta gestión se aprobó una ordenanza para facilitar la financiación a los frentistas pero aún no se habría instrumentado. “Necesitamos contar con un mecanismo financiero, con tasas adecuadas, para que el vecino salde una cuota accesible”, dijo Moreno.
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