"Como es un recurso en buena medida invisible, el agua subterránea suele ser vulnerable y a veces está contaminada por actividades en la superficie y por falta de saneamiento", dijo Willi Struckmeier, presidente electo de la Asociación Internacional de Hidrogeólogos.
"Para proteger el agua subterránea se necesitan no sólo leyes, sino aplicarlas", sostuvo, en un taller sobre el manejo de este recurso en la región de la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC) que se realizó los días 18 y 19 en Botswana.
Struckmeier dijo que África había hecho bien en considerar el agua subterránea como una prioridad de la agenda política.
En los debates participaron unas 50 personas con variados grados de pericia en el manejo de agua subterránea, de la SADC y de otras regiones del mundo.
El secretario ejecutivo del bloque, Tomaz Salomão, dijo en un mensaje a los participantes que las napas subterráneas siguen siendo poco apreciadas en la región pese a ser una fuente de agua potable para alrededor de 60 por ciento de los aproximadamente 240 millones de habitantes de la región.
Esta agua constituyen "un importante recurso que, aunque poco comprendido, debería ser bien manejado y conservado para garantizar que esté disponible en términos de cantidad y calidad", expresó Salomão en un discurso que leyó en su nombre Remmy Makumbe, director de infraestructura y servicios de la secretaría de la SADC.
Salomão dijo que no estaba en duda la centralidad del agua para la SADC.
"El Protocolo de la SADC sobre cursos hídricos compartidos reconoce al agua subterránea como una parte integral del manejo integrado de los recursos hídricos, que es nuestro programa clave", agregó.
Planteó que en la SADC las napas subterráneas se estaban incorporando a los programas de manejo de ríos, bajo los programas de Manejo Integrado de Recursos Hídricos (IWRM), especialmente el Plan Indicativo Regional de Desarrollo Estratégico de la SADC.
"Nuestra resolución de cumplir los Objetivos de Desarrollo de la ONU para el Milenio como región es una obligación, y hoy este proceso es uno de los medios para (ese) fin", dijo Salomão.
"Nuestra puntuación sugiere que estamos encaminados, pero debemos hacer más. Con el fantasma del cambio climático, se espera que la SADC afronte desafíos en relación a la disponibilidad de recursos hídricos en el futuro, y el agua subterránea jugará un rol crítico, dado que la mayoría de las poblaciones rurales dependen de las napas subterráneas como fuente de agua potable", agregó.
Por lo tanto, se necesita una mayor comprensión del agua subterránea, su manejo, uso y protección para prepararse para los desafíos futuros en materia de disponibilidad de agua.
"Una de las cosas más difíciles del agua subterránea es que es un recurso escondido, por lo que su manejo es más complejo que el del agua superficial, señaló Richard Owen, experto en cuestiones hídricas de la Universidad de Zimbabwe.
"Si uno tiene un cuerpo de agua superficial puede ver que está casi vacío y, con esa clase de información, usuarios como las municipalidades, los agricultores, etcétera, pueden planificar. No ocurre lo mismo con el agua subterránea", consideró Owen.
Según Struckmeier, la SADC tiene hidrólogos bien entrenados. Sin embargo, admitió que no es fácil retenerlos, especialmente en el sector público. Muchos están en el sector privado, donde se les paga mejor.
Un participante en el taller dijo que entre los mayores desafíos del manejo del agua subterránea estaba la falta de conciencia y las dificultades a la hora de brindar acceso a la misma en asentamientos rurales donde la gente más la necesita.
"Necesitamos crear una conciencia entre los políticos, que son catalizadores en términos de elaborar programas de agua subterránea. La falta de recursos también es un desafío, especialmente en lo relativo a la explotación de las napas. Se requiere es un programa coordinado y con un centro claro. Necesitamos movilizar recursos del sector público y de los donantes", planteó.
El taller fue organizado por la SADC, el Consejo de Ministros Africanos sobre el Agua, la Universidad del Cabo Occidental a través de la cátedra de Hidrología de la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) y la agencia alemana para el desarrollo sustentable GTZ, con financiamiento del Ministerio Federal para la Cooperación Económica y el Desarrollo de Alemania.
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