Debido a que la operación del sistema de agua en Saltillo por la empresa española Aguas de Barcelona resulta “caro” e “ineficiente”, el gobernador de Coahuila, Humberto Moreira Valdés, anticipó que su administración realizará los trámites legales a fin de recuperar el paquete accionario que la europea tiene en su poder desde 2001.
En 2001, el ayuntamiento de Saltillo y el gobierno del estado, encabezados entonces por Óscar Pimentel González y Enrique Martínez, accedieron a venderle a Aguas de Barcelona el 49 por ciento de las acciones del Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento (Simas). Se formó entonces la empresa paramunicipal Aguas de Saltillo (Agsal), la cual es operada por ejecutivos y personal contratado por la firma europea.
El gobernador señaló hoy que si bien el abasto ha mejorado desde entonces, esto ha sido “a un precio muy alto”, pues las tarifas que fija Agsal a los usuarios son elevadas, no se respeta el sentido social que debe tener el organismo y se omiten procedimientos ambientales en el tratamiento de líquidos residuales.
“Está bien que cobren y que sean cobrones, pero no que sean cabrones con la gente”, anotó al ser entrevistado al término de la parada cívica con motivo del día de la Revolución Mexicana.
“Tenemos que reiniciar una recompra de las acciones que tiene en su poder Aguas de Barcelona”, dijo al anunciar que la medida se realizará conjuntamente con el ayuntamiento de Saltillo.
Además de operar con tarifas “muy caras para la gente”, Aguas de Saltillo, la empresa paramunicipal en la que los españoles tienen el 49 por ciento de las acciones y el ayuntamiento de Saltillo el resto, no respeta mecanismos ambientales, comentó el mandatario. Desde hace tiempo, ejemplificó, descarga aguas residuales en el arroyo Ceballos, el cual atraviesa el sector oriente de la ciudad.
El alcalde de Saltillo, Jorge Torres López, señaló que por lo pronto es posible adquirir el 9.6 por ciento de las acciones en poder de la compañía española, cuyo porcentaje accionario se reduciría de 49 al 39.4 por ciento, frente a un 60.6 por ciento en favor de las autoridades municipales.
“Si no hacemos la recompra de Aguas de Saltillo sería una irresponsabilidad nuestra para las futuras generaciones, pues sería imposible hacerlo de aquí a 25 años, porque el valor de la empresa sería inalcanzable, pues crece con la inflación y las utilidades”, anotó.
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