Miles de campesinos que viven a orillas del Titicaca están amenazados por la contaminación de las aguas mientras autoridades de Perú y Bolivia redoblan esfuerzos para descontaminar el lago más alto del mundo.
"Yo nací aquí, había hartos peces. Aprendí a vivir de la pesca pero ahora no hay peces, muchos han muerto", dijo a la AP Pablo Mamani, quien vive en una bahía de Pajchiri, una de las orillas más contaminadas del lago Titicaca del lado de Bolivia, quizás por su cercanía a La Paz.
Mamani, de 48 años, es uno de los 2.000 habitantes en la bahía de Cohana, la cual sufre un grave deterioro ambiental ocasionado por los desechos de aguas servidas provenientes de las ciudades de El Alto y Viacha.
En Cohana el nivel del agua ha bajado y no se ven embarcaciones o botes navegar por allí ya que las plantas acuáticas y la basura se amontonaron en el lugar, a lo lejos se ve la maquinaria que intenta limpiar el agua sucia estacionada junto a promontorios de los desechos que recoge.
En las aguas se encontró una concentración de arsénico por encima de los límites permisibles, también zinc aunque este aún no ha sobrepasado el límite, informó la Autoridad Binacional de Perú y Bolivia Autónoma (ALT). Ambos elementos son peligrosos si se consumen en exceso y pueden causar cáncer.
Las autoridades de Bolivia y Perú inspeccionaron la Bahía de Cohana y se comprometieron a redoblar sus esfuerzos para contribuir en la descontaminación y limpieza.
El presidente de la ALT, Julián Barra, señaló que la institución que dirige limpió un 5% de las plantas llamadas "lentejas" que se acumula en la superficie del agua imposibilitando el paso de rayos solares a otras plantas acuáticas ocasionando su descomposición.
"La contaminación se está expandiendo a otros lugares pero básicamente nosotros estamos empezando en la Bahía de Cohana. Este problema se debe a la negligencia humana", acotó Barra.
El prefecto de La Paz, Pablo Ramos, ofreció aportar 80.000 dólares para que la ALT continúe sus trabajos en esa área. Hasta ahora financió con 28.000 dólares que entregó el Gobierno Peruano.
Según Ramos, el presidente Evo Morales tiene una "gran preocupación y nos ha informado que va a brindar su total apoyo" a la tarea de recuperar la calidad ambiental del Titicaca.
En Cohana el nivel del agua ha bajado y no se ven embarcaciones o botes navegar por allí, aunque los pobladores esperan que pronto llueva para que vuelva a su nivel normal.
Los pobladores de la región confían en que pronto, con las lluvias, el nivel del agua se recupere y las maquinarias de la ALT limpien la lenteja y otros desechos para poder reanudar el estilo de vida que por generaciones han llevado.
Sin embargo, Mamani tomó una decisión que no parece reflejar mucho optimismo y es que para compensar lo que antes ganaba con la pesca, ahora prefirió dedicarse a criar ganado que se alimenta de las plantas de la ribera y bebe del lago... agua contaminada.
EL DATO:
El lago Titicaca está ubicado entre el altiplano de Perú y Bolivia a unos 3.810 metros a nivel del mar, mide 204 kilómetros de largo por 65 de ancho.
Foto: Archivo Programa Infoagua
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