Emergencia ambiental. De esta forma calificó el senador PS Juan Pablo Letelier la contaminación que afecta nuevamente al lago Rapel. Y es que en esta ocasión el daño al estero afecta a un tercio de su capacidad y promete echar por tierra la temporada turística. "La emergencia agrícola existe por el impacto en el empleo, en primer término, y por la posibilidad de perder esta temporada estival", dijo Letelier después de reunirse con el intendente de la Región de O’Higgins, Héctor Huenchullán, el presidente de la cámara de turismo de Rapel, Erich Woywoord, y el presidente de Endesa, Mario Valcarce, en el edificio de la compañía eléctrica.
En la cita se acordó un Plan de Emergencia para "salvar" esta temporada -que podría afectar a casi ocho mil personas ligadas al turismo-, hacer una limpieza y evitar un impacto mayor para este verano, aunque ya se ha visto una baja en las reservas para cabañas y campings.
Además, se contratarán estudios para identificar la causa de la turbiedad del agua y la presencia de coliformes, espuma en el agua y un hedor absolutamente insoportable para la comunidad, derivado de una especie de microalga -Cianobacteria macrocystis-,según indicaron las autoridades.
El representante del comercio turístico de la zona, Erich Woywoord, indicó que "al parecer el problema se originó en el estero Alhué, que no estaba siendo monitoreado hasta la fecha y es donde nosotros vamos a hincar el diente".
Para el director del Instituto Ecología y Evolución de la UACh, Eduardo Jaramillo, que dirigió la investigación de la muerte de los cisnes de cuello negro en el santuario del río Cruces, la presencia de coliformes da cuenta de una intervención, ya que los elementos minerales son comunes de encontrar. "Es algo similar con lo que aparece con la marea roja", dice.
Responsables
En efecto, todo comenzó con una llamada anónima recibida por la Capitanía de Puerto de Rapel, el martes 28 de octubre pasado, donde se alertó la presencia de extrañas sustancias en la superficie del agua y una posible contaminación del lago, en cercanías de la desembocadura del estero Alhué. Desde entonces la Armada realiza periódicamente patrullajes marítimos y terrestres al sector y prohibió el baño y cualquier tipo de actividad náutica hasta nuevo aviso, hipotecando la temporada turística. Aun así, las miradas están puestas en la empresa Agrosuper, que según los turistas emana un olor pestilente desde las plantas Lo Estrella, Corneche y Peralillo. "Los resultados finales tiene que entregarlo un estudio científico riguroso, que va a demorar en el tiempo. No obstante aquello, las muestras y contramuestras indican la existencia de coliformes", dijo el intendente de O’Higgins, Héctor Huenchullán.
La empresa, mediante un comunicado, negó estar vertiendo desechos en el embalse, ante la denuncia hecha por los mismos vecinos, diciendo que "ninguna de nuestras plantas hace descargas al lago Rapel" y agregan que "esta misma denuncia fue realizada el año pasado, oportunidad en que las autoridades de salud pudieron comprobar que nuestra empresa nunca ha sido el causante de la contaminación del lago". Agrosuper responsabilizó a los ríos Cachapoal y Tinguiririca por sus desechos de alcantarillados.
Sin embargo, el intendente de la región indicó que precisamente estos dos afluentes estaban siendo monitoreados. Además, un estudio encargado por Codelco, para comprobar que no tiene responsabilidad en el problema y evitar lo que ocurrió en 2006 cuando se descubrió que habían drenado desechos industriales al mismo estero Alhué, descubrió que los elementos minerales en el agua (fósforo y nitrógeno), según el intendente eran "derivados de la agroindustria", no de la minería.
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