La falta de agua sigue apurando al campo, con ganados que se deterioran y con un nivel forrajero cada vez menor. En esferas oficiales no se descartan medidas especiales para los pequeños y medianos productores.
El Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) está poniendo especial atención en la situación de los pequeños productores con riesgo de sustentabilidad en sus predios y observando con preocupación los inconvenientes que deberá enfrentar el sector lechero en el próximo otoño, aseguró el subsecretario de esa cartera, Andrés Berterreche.
A su vez, en los últimos dos años se llevan invertidos cerca de US$ 5 millones en la construcción de pozos, tajamares y represamientos en diez departamentos del norte y centro-oeste del país, en el marco de los planes de sequía I y II que lleva adelante el Programa de Producción Responsable (PPR) con fondos del Banco Mundial, aseguró el director de ese programa, Alfredo Bruno.
Berterreche dijo que si no se hubiera llevado a cabo estas acciones la situación sería mucho peor, en un escenario en que, en "La Estanzuela", se midieron 450 milímetros de lluvia en lo que va del año, menos de la mitad del promedio anual.
Sin embargo, el director del PPR advirtió que cuando se pusieron en marcha estos planes, la sequía estaba instalada en el norte del país y los programas no tuvieron eco en el sector agrícola y tampoco a nivel de los gobiernos departamentales, que ahora están sintiendo las consecuencias.
Seguimiento. Berterreche, en tanto, dijo que se está en permanente contacto con el Sistema Nacional de Emergencias y no se descartan medidas excepcionales para agricultores familiares que tengan problemas de sustentabilidad en sus predios.
El jerarca precisó que para la adopción de esas medidas seguramente se espere hasta que se tenga una idea más clara del alcance del fenómeno, para evitar que las acciones sean más débiles de lo que realmente se necesita.
No obstante, consideró que el mayor problema se va a generar el próximo otoño en el sector lechero, ya que, en este momento, no hay una producción de forraje que permita acumular las reservas necesarias para la entrada al invierno.
A su vez, los tamberos todavía tienen el efecto arrastre de los altos precios internacionales de los lácteos, pero al llegar el otoño estarán con precios mucho más bajos y con reservas forrajeras muy menguadas.
Desde fines de 2006, en que se puso en marcha el Plan de Sequía I, en los departamentos de Artigas, Salto, Paysandú, Rivera y Tacuarembó, se llevan aprobados 479 proyectos para construcción de pozos, tajamares y represamientos, de los cuales 300 están en ejecución, con una inversión cercana a US$ 2,5 millones, dijo el director del PPR, Alfredo Bruno.
A su vez, en el Plan de Sequía II, que comenzó a operar en la región centro-oeste, y que abarca Flores, Durazno, Maldonado, Rocha y Treinta y Tres, se iniciará la construcción de pozos y tajamares que para esta sequía no tendrán efecto y que no se podrá completar su llenado porque no llueve.
En el resto del país hay 800 proyectos lecheros que, además de la construcción de pozos y tajamares, tienen un componente de manejo de efluentes, en atención a la contaminación del agua en las cuencas lecheras, explicó el jerarca.
En los departamentos más críticos los productores están sacando ganado a frigorífico, pero las entradas son muy largas, pese a que los precios siguen cayendo semanalmente.
Habrá menos forraje
La entrada a la primavera es una fecha determinante para la formación del forraje en los campos que perdurará hasta el otoño. Este período fue por demás seco en algunos departamentos ubicados al sur del Río Negro, por lo que, en varios predios, se acarreará ese déficit forrajero, que hará que se entre al invierno con una carencia alimentaria para los animales. Por otra parte, en esa época, la pastura pierde potencial.
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