“La escasez de lluvias, además de ocasionar oportunamente la menor siembra de trigo, comienzan a disminuir el potencial productivo y las expectativas de rindes futuros”, dijo la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (SAGPyA) en sus Estimaciones Agrícolas Mensuales.
Para la repartición, este comportamiento climático, al que se agrega el daño por heladas y la baja dosis de fertilizantes agregados, permite pronosticar una producción triguera de 10,1 millones de toneladas.
En tanto, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires estimó que en este escenario parece poco probable que el tamaño de la cosecha alcance las 10,5 millones de toneladas acercándose ahora a un estimado tentativo de 10 millones.
En su Panorama Agrícola Semanal, la entidad lamentó que “de ser así, la producción prevista sería la menor de las últimas 12 campañas agrícolas (en la cosecha 1995/96 se produjeron 9,44 millones de toneladas)”.
Para el maíz, según la SAGPyA, se registra una intención en el área a sembrarse (grano y forraje) que se ubicaría en 3.340.000 hectáreas, con reducciones en todas las zonas productoras.
A la fecha se implantó 70% de esa superficie, con un atraso en relación al año anterior a igual fecha cuando se había sembrado 77%, ocasionado por la falta de humedad adecuada.
Para la Bolsa de Cereales, la sequía acentuó los daños provocados por las bajas temperaturas, que -sumado a los altos costos del cultivo- podrían recortar las 2.640.000 hectáreas estimadas tentativamente con destino a grano comercial.
En el caso de la soja, la SAGPyA remarcó el aumento del área a sembrarse, que superaría a la última campaña en 8,4%, con una cobertura estimada de 18 millones de hectáreas, que de concretarse se constituiría como nuevo récord histórico.
“Es necesario que un pulso húmedo a corto plazo restablezca las condiciones edáficas para la continuación de las coberturas restantes y alivie la condición de lo implantado”, que alcanzaría a 18,2 millones de hectáreas, agregó la Bolsa de Cereales.
Por último, los técnicos de la SAGPyA proyectaron que la superficie a implantar con girasol sería de 2.200.000 hectáreas y se reduciría más de 16% en relación a la campaña anterior, por menores siembras en todas las provincias, excepto La Pampa.
Para sus colegas de la Bolsa de Cereales, ya se cubrió 79,2% de las 2.210.000 hectáreas aún proyectadas, superficie 18,15% menor a la del ciclo precedente, que podría ser inferior por la extrema sequía que se extiende por las zonas pendientes de siembras.
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