La quebrada El Salado, que se ha crecido en los últimos 30 años en apenas tres ocasiones (79, 81 y 2008), tuvo la arremetida más fuerte de todas, según la Alcaldía.
Ayer, justo cuando los 3.200 habitantes de Belalcázar esperaban volver a dormir en sus camas, tras haber bajado los niveles de alerta por una erupción del volcán nevado del Huila y una posible avalancha del río Páez, este afluente volvió a sacarlos de sus viviendas a medianoche.
El lodo y la piedra dejaron al barrio El Jardín Bajo separado del resto de la cabecera de Belalcázar, cabecera del municipio de Páez, en las faldas del volcán.
Una primera avalancha se presentó en la noche del pasado jueves, cuando el volcán hizo erupción y formó un cráter de unos 400 metros de diámetro en uno de sus picos, dejando el saldo de víctimas y 8 personas desaparecidas.
En esa oportunidad, la avalancha se metió por los solares, atravesó las casas y salió a la vía asfaltada. También derribó seis puentes que mantienen aislada a Belalcázar.
Ayer, en su loco recorrido, El Salado inundó 20 viviendas y rompió 30 metros del sistema de acueducto, lo que tiene sin agua potable a Belalcázar, que desde el jueves se quedó sin energía eléctrica.
También afectó las veredas de El Llanito, El Carmen y San Antonio del Salado, habitadas por afrodescendientes, uno de los pocos asentamientos negros en Los Andes por encima de los 1.500 metros sobre el nivel de mar.
Por fortuna, las alertas tempranas de nuevo funcionaron. Los radioteléfonos anunciaron que la quebrada, nutrida por los aguaceros del último mes y engordada por las decenas de cañadas que desembocan en ella, se había salido de su cauce. De inmediato,las alarmas exigieron el regreso a los albergues.
En medio de la desesperación del momento, los vecinos recordaron que Belalcázar recibió en la colonia el nombre 'Pueblo de la sal' por las salinas que se explotaban en la zona, y no faltó quien dijera "ahora sí que nos cayó la sal".
Primera ayudas
Hasta las 7:00 p.m. del sábado trabajaron los helicópteros que no habían podido ingresar a la zona por el clima.
Las ayudas llegaron para abastecer a las poblaciones de Tálaga, Mesa de Tóez y Mesa de Caloto, sobre la cuenca del río. Pero la situación es más crítica debido al aislamiento, la falta de agua y luz.
Así mismo se ha desplazado personal médico y promotores de salud a las zonas más afectadas. Estos equipos tienen como prioridad realizar consultad médicas, evaluación de afectados y diagnósticos del manejo de aguas.
De igual manera las autoridades informaron que los sitios de aislamiento donde aún existe un gran numero de personas son los resguardos Toes, Tálaga, Vicanenga, Tasxnu, La Mesa de Caloto y El Huilita.
Por otra parte, por la erupción del volcán fue declarado en alerta amarilla el embalse de Betania, en el Huila, por lo que es posible que se realicen descargas adicionales a la generación de energía.
Este hecho aumentaría el nivel del río Magdalena, poniendo en riesgo de emergencia a los municipios de Nariño, Guataquí, Betania, San Juan de Río Seco, Chaguaní, Guaduas y Puerto Salgar.
Fuertes lluvias en el centro del país
Según técnicos de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), el aguacero que soportó la región del Tequendama durante el fin de semana fue uno de los más fuertes de los últimos 50 años.
Las lluvias cayeron por más de 24 horas y afectaron a los municipios de Anapoima, Anolaima, Apulo, Cachipay, El Colegio, La Mesa, Quipile, San Antonio del Tequendama, Tena y Viotá. Otra emergencia se presentó en la cuenca del río Negro, que por fuertes precipitaciones ocasionó el desbordamiento del río Rute, afectando el casco urbano de la población de Pacho.
De otra parte, mañana se abriría el paso por la vía que de Soacha conduce a Mesitas del Colegio, luego de la avalancha de lodo del sábado que dejó tres viviendas destruidas y 50 personas evacuadas.
En Honda (Tolima), por cuenta del aumento del caudal del río Magdalena, ocho barrios se inundaron y en algunas zonas el agua alcanzó a subir 40 centímetros su nivel.
Caldas está en alerta roja
Los casos más delicados en la región del Eje Cafetero se reportaron en el norte de este departamento, donde las vías entre los municipios de Salamina, Pácora y Aguadas continúan taponadas por derrumbes de tierra, que sólo hasta el martes podrían ser removidos.
En Manizales, donde persiste la alerta roja, sigue el racionamiento de agua por sectores en toda la ciudad, luego de una semana de obras que pretenden reparar el acueducto dañado hace ya nueve días.
También se mantiene el estado de emergencia en La Dorada, a orillas del río Magdalena, debido al incremento del nivel del río, que la semana pasada ocasionó la inundación de varios barrios.
En el Quindío, los cauces de varios ríos presentan niveles muy altos de sus aguas, como el río Robles (Montenegro), el río Lejos (Pijao) y el río Quindío en su paso por Armenia. El balsaje en el río La Vieja fue suspendido.
Vías cerradas y damnificados en Antioquia
En el municipio de Nechí, en el Bajo Cauca antioqueño, se declaró la emergencia como consecuencia de la ola invernal, especialmente en los barrios San Nicolás y La Playa donde se encuentran 400 personas damnificadas después del desbordamiento del río Cauca.
A su vez, en la vereda El Paso, en Santa Fe de Antioquia, por el aumento del caudal del río Cauca están damnificadas 4 familias, 4 casas inundadas y una casa semidestruida.
Y en Medellín, la Alcaldía ordenó el desalojo a los habitantes de 69 viviendas ubicadas en el barrio Santa Cecilia número 2, pues las estructuras de las casas se vieron fuertemente afectadas tras los desplazamientos del suelo, ocasionados por la erosión en el cauce en las márgenes de las quebradas El Aguacatillo y Moscú, así como por la inestabilidad natural del terreno.
En 4 vías de Antioquia hubo derrumbes, por lo que se restringió el paso e implicó su cierre en algunos puntos.
Municipio de Sucre está bajo las aguas
El 90 por ciento de la zona urbana y toda su zona rural resultaron afectadas. Allí, 6.228 familias solicitan ayuda pues sus casas están bajo las aguas rebozadas por las ciénagas y caños que son alimentados por los ríos Cauca, Magdalena y San Jorge.
Por su parte, en el municipio de Guaranda, en horas de la tarde del domingo, se rompió el Chorro de Arelis, que pone en riesgo de inundación total a esa localidad.
Una bebé muere en La Guajira
En la zona rural de este departamento, las lluvias provocaron el desbordamiento de varios arroyos y dejaron incomunicadas algunas poblaciones como Nazareth, Punta Espada, Puerto Estrella, Siapana, Castilletes y Paraíso.
En Hatonuevo, en el sur de ese departamento, se registró la creciente súbita de los arroyos Gritador y Seco. Según la Cruz Roja, hay 1.100 familias afectadas y 71 casas quedaron totalmente destruidas. En la avalancha murió ahogado un bebé de tres meses de edad, que fue arrebatado de los brazos de su madre por la fuerza de las aguas.
Deslizamientos en Atlántico
El aguacero del fin de semana hizo crecer la corriente del río Magdalena al punto de poner en peligro el muro de contención que protege el municipio del Canal del Dique, por lo que se hizo necesario levantar una barrera con sacos de arena de unos 400 metros de longitud. En la región, que incluye los municipios de Campo de La Cruz, Candelaria y Santa Lucía, permanece la alerta amarilla.
En Magdalena y Bolívar
Las situaciones más críticas en Magdalena se presentan en poblaciones como El Banco y Plato, donde el sector rural está incomunicado por el mal estado de las vías. De acuerdo con el último censo de la Gobernación, unas 35 mil familias están afectadas por las crecientes súbitas del río Magdalena.
Así mismo, las lluvias de los últimos días mantienen en alerta a los habitantes de la Sierra Nevada, en donde se han presentado crecientes y deslizamientos.
En el norte de Bolívar, el Canal del Dique está rebosándose y el sábado se taponó un caño entre Gambote y Sincerín, que inundó ambas poblaciones. Así mismo, en Cartagena el mar de leva tiene inundado el sector de Marlinda, del corregimiento de La Boquilla. |
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