Las fuertes lluvias que azotan desde el viernes al sur de Brasil ya dejó la terrible cifra de 33 muertos en el estado de Santa Catarina, el más golpeado por el temporal.
Defensa Civil (DC) informó, además, que otros 20.000 habitantes se vieron afectados por el agua y los intensos vientos, principalmente en el norte del Estado y en el Valle de Itajaí (en el este).
"Comenzamos la madrugada con veinte muertos y ya son 33", relató con dramatismo el mayor Marcio Alves, por lo que la cifra de víctimas podría aumentar con el transcurso de las horas.
Las lluvias provocaron además importantes inundaciones y deslizamientos de tierra en varias regiones del Estado, que generaron enormes complicaciones en los caminos. En la ruta que une a Santa Catarina con el vecino Río Grande do Sul, un corrimiento de tierras taponó la vía y las autoridades temen que haya vehículos sepultados.
Asimismo, los municipios de Itapoá, Río dos Cedros, Pomerode y Benedito Novo están completamente aislados, lo que obliga a las autoridades a suministrar ayuda por vía aérea. En tanto, en varias regiones se encuentra interrumpido el suministro de gas y energía eléctrica.
El sábado pasado, el gobernador Luiz Henrique da Silveira, decretó la "situación de emergencia" para atender mejor a los miles de damnificados. La medida fue imitada por los alcaldes de 53 ciudades.
En cuanto a las víctimas fatales, el municipio más afectado es Blumenau, donde diez personas murieron, a raíz de lo cual el alcalde Joao Kleinbing decretó el estado de calamidad pública. El resto de las víctimas pertenecen a Jaraguá do Sul (7), Ilhota (5), Luiz Alves (4), Rancho Queimados (2) y cinco más en Pomerode, Brusque, Gaspar, Garuva y Bom Jardim da Serra.
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