Una sorpresiva inspección a la represa del Tuni Condoriri comprobó que dentro de siete años habrá carencia en la provisión de agua potable producto del acelerado deshielo que se registra en este último tiempo.
El presidente de la Federación de Juntas Vecinales de El Alto (Fejuve), Ismael Herrera, dijo a EL DIARIO que esta inspección se realizó este último fin de semana junto a representantes de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) y la Cooperación Francesa que trabaja en la urbe alteña.
De acuerdo con la explicación de los profesionales entendidos en el tema es que aproximadamente a partir del 2015 la ciudad de El Alto quedaría sin agua porque el nevado Chacaltaya y el Huayna Potosí, además de otros glaciares están en pleno proceso de deshielo. Al momento sólo quedan los picos de estos nevados.
Esta es una de las razones por la que la Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (Epsas) comenzó a racionar la distribución del agua potable que de acuerdo a la explicación de Herrera el fluido disminuyó en un 70 por ciento. Ello ocurre en todos los distritos que conforman la ciudad de El Alto.
Frente a esta necesidad, la Fejuve de El Alto se comprometió a gestionar la construcción de una nueva represa para prever la escasez del elemento vital y la conformación de una nueva empresa de agua que pueda proveer este líquido elemento a los más de un millón de habitantes hacinados en la urbe alteña. |
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