Recordó, primero, la vieja vocación kirchnerista por emprender obras públicas. Luego reiteró las medidas que ella misma había anunciado por la mañana, durante el encuentro anual de la industria. Pero lo mejor lo dejó para el final: el anuncio de un plan de inversión en obras públicas por más de $ 71.000 millones, "el más ambicioso del que se tenga memoria", dijo Cristina Kirchner.
La Presidenta renovó ayer como nunca antes el vínculo del Gobierno con sus dos sectores predilectos: la industria y la construcción. La gran esperanza de muchos de los constructores que ayer coparon el hotel Sheraton para la 56» Convención Anual de la Cámara Argentina de la Construcción era, justamente, llevarse un anuncio de esa naturaleza que los ayude a superar el bajón en el que entró la actividad.
El rumor se había instalado temprano. Incluso las dos principales autoridades de la Cámara, Carlos Wagner y Aldo Roggio, habían sugerido más temprano la necesidad de un New Deal para paliar la caída en la inversión privada. Una versión argentina del famoso plan de Franklin Delano Roosevelt para enfrentar el desempleo generado por la crisis que estalló en 1929, con la que todos comparan la crisis financiera actual. Ambos mencionaron ese plan en sus discursos. Ella se hizo eco del mensaje en el suyo: dijo que el bajo desempleo en Santa Cruz en los 90, cuando gobernaba Néstor Kirchner, se debía a este instrumento. "Era nuestra consigna, la razón por la cual recurríamos a la obra pública", dijo.
El ambicioso plan, que se lanzará oficialmente el 15 de diciembre, incluirá obras "estructurales" -como la planta depuradora que AySA está construyendo en Berazategui-; "programáticas", a cargo de los gobiernos provinciales y municipales, y las "localizadas", intensivas en mano de obra y que se terminan en menos de un año, dijo la Presidenta. Prometió elevar el empleo en el sector a 770.000 puestos de trabajo, lo que implica crear 408.000 empleos con el plan.
No hubo más detalles en el discurso. Luego, antes de retirarse, se acercó a responder las preguntas de los periodistas que aguardaban detrás de una cinta. Allí, ante una pregunta de LA NACION, dijo que las obras se financiarán con "fondos presupuestarios, extrapresupuestarios y de la Anses".
Ya fuera del hotel, el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, dijo a LA NACION que el plan se extenderá durante "un mínimo de tres años y un máximo de cinco". Una fuente oficial reconoció que se espera que parte de los fondos provengan del blanqueo de capitales anunciado en la mañana.
Sin hablar de recesión, Cristina Kirchner habló de la necesidad de "mantener el nivel de actividad" y calificó el plan como un instrumento idóneo para afrontar una "situación excepcional". Dejó un pedido con aroma a reclamo: "Les pido a todos los empresarios, cualquiera sea su actividad, que cuando toman decisiones económicas lo hagan pensando en la economía y no en la política". No fue el único pedido: también les dijo que fueran solidarios y no vieran al Estado como un enemigo. "Al contrario, es su mejor amigo. Si ustedes tienen rentabilidad, el Estado cobra más impuestos y puede hacer más obra pública", apuntó.
Más temprano, Wagner había reconocido a LA NACION que se había retraído la inversión privada y se debía recuperar la confianza. Se le preguntó cómo. Dudó un segundo y luego lanzó su respuesta: "Cada uno tiene una teoría. Yo le puedo decir lo que hizo Roosevelt en Estados Unidos. Hizo un plan de obras públicas que funcionó como un tractor para la economía".
Claves
Más obras: la Presidenta dijo que se invertirán $ 71.000 millones para atender una "situación excepcional". Para 2009, el Gobierno ya preveía gastar $ 22.000 millones en infraestructura.
Financiamiento: tal como se estimaba, la Anses aportará parte de los fondos del plan anunciado ayer. El Gobierno prevé lograr financiamiento adicional a partir del blanqueo de capitales.
Extensión: el plan se extenderá por un período de hasta 5 años.
Crisis global: tanto los referentes de la construcción como la presidenta Kirchner y el ministro de Planificación, Julio De Vido, reconocieron que la crisis global impactará en la economía local.
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