La vieja ilusión de escapar definitivamente del peligro, de a poco comenzó a cristalizarse. Hasta antes de Navidad unas 110 familias de los barrios Costanera y Primero de Mayo de esta ciudad, serán reubicadas en el nuevo complejo habitacional que les construyó la Nación en el marco del Programa de Mejoramiento Barrial (Promeba).
El proyecto, diseñado por técnicos de la municipalidad local, cuenta con el financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Se invirtieron alrededor de U$S 12 millones, pero los vecinos no deben pagar nada. El barrio cuenta con 270 casas, escuela, plaza y un amplio edificio donde funcionarán el Centro de Organización Social y el Caps.
Las viviendas constan de dos dormitorios, baño y cocina comedor. El barrio dispone de los servicios de energía eléctrica, agua potable y gas natural. Ya fueron trasladadas 19 familias del barrio Primero de Mayo, que vivían en casas precarias.
Los vecinos del barrio Costanera esperan, ansiosos, su turno. Todos los veranos sufrieron pesadillas cada vez que creció el río Gastona. En enero de 2007, el cauce desbordó y puso en grave riesgo a los pobladores. “Desde hace cinco años sueño que me voy de este lugar. El año pasado nos habían dicho que el traslado estaba cerca. Sin embargo tuvimos que ponerle otra vez el pecho al Gastona. Cuando comienzan los tiempos de lluvia, aquí son pocos los que duermen, porque tenemos miedo de la creciente”, declaró María Rosa Lezcano. “Ahora nos avisaron que para Navidad vamos a estar estrenando casa nueva. No me canso de rogarle a Dios que esta vez sea verdad”, añadió.
El intendente de Concepción, Osvaldo Morelli, confirmó que hasta el 20 diciembre serán trasladados todos los moradores del Costanera. Para mediados de 2009 se completará el desplazamiento de 270 familias, que suman alrededor de 2.000 personas. “Entre los barrios del Promeba, este es el más grande en relación con la cantidad de habitantes de la ciudad. Elaborar el proyecto demandó más de un año y su implementación, otros cuatro”, dijo el funcionario. El acceso al barrio está pavimentado y, además, se construyó un canal revestido con piedras en el extremo este de la ciudad.
“Es una bendición esta casa. Nos brinda seguridad. Antes vivíamos en una pieza de madera que se llovía por todos lados. Casi todos los años perdíamos algún electrodoméstico”, contó Pedro Román Mamaní. “Para nosotros, acostumbrados a vivir en una casilla que se nos caía de a pedazos, esta vivienda es un lujo. Y ya no les tenemos miedo a las tormentas”, expresó Magdalena Contreras.
Morelli informó que, una vez que sean trasladadas todas las familias del Costanera, la Municipalidad iniciará en la zona un proceso de “cicatrización” del sector para eliminar las letrinas y los restos de las casas precarias, y se plantarán árboles para frenar el agua.
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