Un importante derrame de combustible se produjo el pasado lunes en aguas del río Paraná, a unos 20 kilómetros al norte de la cuidad de Bella Vista. Esta situación requirió el accionar de una patrulla de la Prefectura Naval Argentina con asiento en esa ciudad, quienes fueron los que detectaron la caída de varios tambores de gasoil de un buque de bandera paraguaya. No obstante al derrame, la mancha se dispersó rápidamente y no produjo importantes daños en el ecosistema.
El jefe de la Prefectura Bella Vista, José Horacio Casco, explicó a El Litoral que el lunes, una patrulla de la fuerza detectó en el kilómetro 1.078 del río Paraná, a unos 20 kilómetros al norte de Bella Vista, que desde un barco de bandera paraguaya intentaban recoger cinco tambores que se habían caído al agua y que perdían combustible, ocasionando una importante mancha negra en la cuenca hídrica. Inmediatamente, los prefecturianos abordaron la embarcación y elaboraron las actas correspondientes, dado que más allá de que se está investigando si los tambores fueron arrojados a propósito o se cayeron del barco (que transportaba gasoil al vecino país), arrojar cualquier elemento al río es un delito, y por ello habrá una sanción para la tripulación de la nave.
Respecto al posible daño ambiental, la autoridad de Prefectura informó que la mancha se dispersó casi al instante, ya que se trata de un combustible “liviano”, que con ayuda del sol y la propia corriente del río se disolvió rápidamente. Sin embargo, estiman que estos 500 litros de combustible derramados sobre el Paraná ocasionarán algún tipo de daño a la fauna íctica y vegetal del lugar, aunque no de la importancia que podría tener el derrame de cualquier otro derivado del petróleo.
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