En medio de una crisis inédita en los servicios básicos, el gobernador Eduardo Brizuela del Moral consideró ayer que el problema del agua en Catamarca es "ancestral", y cargó responsabilidades por los inconvenientes de la energía al sistema federal. "El tema energía es un tema nacional que estamos tratando de resolverlo; el agua es un problema ancestral nuestro; permanentemente tuvimos problemas", dijo.
El mandatario realizó unas breves declaraciones sobre las fallas en la prestación de agua y luz que vienen sucediéndose desde hace varios días, y con respecto al servicio sanitario, mencionó que el acueducto Pirquitas - Capital permitirá aumentar la disponibilidad en la Capital. "El acueducto, que ha sido tan criticado, se está terminando y será un paliativo", dijo.
En este marco, Brizuela pidió "a los catamarqueños que tengan paciencia, porque estamos trabajando en el tema".
Con respecto a las supuestas culpas del sistema nacional por la falta de energía, las declaraciones del Gobernador sorprendieron porque en ningún momento hizo referencia a los graves inconvenientes en la distribución que es responsabilidad de EDECAT, ahora intervenida y operada por directores designados por el Estado provincial.
Justamente el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, dijo que "los problemas no están en la generación porque ayer (por el miércoles), por ejemplo, hubo una producción récord de 385 gigavatios". Los inconvenientes, amplió el funcionario, "se dan en la distribución".
Hubo serias fallas en el agua potable
El centro sufrió siete cortes de luz
El centro capitalino tuvo ayer los problemas energéticos más serios desde que comenzó la crisis del servicio por la ola de calor de los últimos días. Los usuarios debieron soportar unos siete cortes de suministro a partir del mediodía, con duración variable, a lo que se sumó una muy baja tensión durante toda la jornada. Por otro lado, un desperfecto en el distribuidor La Chacarita dejó sin luz a una vasta zona que incluía barrios del norte capitalino, La Cruz Negra, Valle Viejo y FME. Aparentemente se produjo una falla en la vinculación a la planta de rebaje del barrio 9 de Julio. La interrupción se inició alrededor de las 3 de la madrugada y se extendió hasta pasado el mediodía, aunque vecinos de algunos lugares afectados aseguraron que continuó varias horas más.
Comerciantes se vieron especialmente afectados y reclamaron por no poder hacer funcionar las heladeras. En el caso de un supermercado de Virgen del Valle y Belgrano, directamente se suspendió la venta de fiambres por la baja tensión y la rotura de los motores de los equipos de refrigeración.
Como era de esperar, el sistema de provisión de agua potable se vio muy resentido a raíz de los cortes de energía, y en un momento del día estuvo al borde del colapso. Y es que a pesar que la operadora tiene funcionando unos ocho aparatos de generación en perforaciones estratégicas, al depender el grueso del abastecimiento de la correcta provisión de luz, distintos sectores de la Capital no tuvieron agua por varias horas.
Por otro lado, técnicos explicaron que por cada corte de electricidad de una hora a los pozos, el sistema tarda ocho horas en restablecerse.
También en el interior provincial hubo problemas. Además de Pomán, en donde los habitantes reclamaron por este motivo, hubo fallas en Tinogasta, Andalgalá, Santa María y Pomán, fundamentalmente por la baja tensión.
|
|
|