Ayer fue el segundo día de turbidez del agua potable en muchos sectores de la capital sanluiseña. SerBa asegura que con esa calidad recibe el agua desde los diques que proveen a las plantas potabilizadoras.
Una posible respuesta al por qué del agua turbia en casi toda la ciudad podría ser la lluvia. La Municipalidad aseguró ayer, ante la queja de los vecinos, que las plantas potabilizadoras estaban recibiendo el agua con esa calidad y que por lo tanto el problema era ajeno a SerBa. Más allá de las explicaciones, las familias que habitan diferentes barrios de la ciudad volvieron a padecer por el mal servicio del agua potable. “Primero cinco días sin agua y ahora que hay no podemos tomarla, ni siquiera se puede cocinar y mucho menos lavar, es de color chocolate”, contó a El Diario de la República, Carmen, una vecina del barrio Cerro de la Cruz ayer por la mañana. “Es el agua que estamos recibiendo de los acueductos, pero el servicio de abastecimiento es normal para toda la ciudad”, fue la respuesta que dio el responsable de SerBa, Julio Morales, ante la consulta de este medio. Y para descartar dudas aclaró que el agua “está bacteriológicamente bien tratada” y por lo tanto se la puede considerar apta para el consumo humano. El agua que llega a los hogares sanluiseños proviene de las plantas potabilizadoras de la Aguada de Pueyrredón y de Puente Blanco, que son abastecidas por los diques Cruz de Piedra, La Florida y Río Grande.
Generalmente luego de cada lluvia el agua que proviene de los acueductos suele arrastrar hasta las plantas potabilizadoras diferentes partículas y sedimentos. Pero antes de llegar a las viviendas el líquido recibe un tratamiento especial. Ayer, en el centro, en los barrios del sur y norte de la ciudad el problema de la turbidez era el mismo. “Desde ayer que está así, la del tanque y la de la cañería de afuera sale color chocolate, es intomable. No se puede cocinar y lavar”, cuestionó Laura, una vecina del barrio El Lince. En el Hornero, Lucas Rodríguez y Maximiliano Toro el agua de red también era muy turbia. “Saqué agua en una botella y toda la tierra quedó abajo”, contó una vecina de la zona. El mismo estado del líquido se pudo comprobar en el barrio Sosa Loyola, el Telepostal y San Martín. La misma situación se vivía ayer en el Hospital Cerro de la Cruz, ubicado al norte de la ciudad. “Está muy turbia y tal vez sea por la lluvia. Pero acá la gente compra agua mineral o los bidones, porque la que sale de la canilla no se puede tomar. A veces la Municipalidad suele hacer análisis para saber si el agua está en condiciones pero ahora no han venido”, contó una empleada del centro asistencial. Un sector de ese barrio sufrió hace unos días la falta de agua durante cuatro días por roturas en una cañería. Por eso eran muchas las familias que ayer hicieron escuchar sus reclamos y pedían respuestas al Municipio. |
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