Es un año en que cada gota de agua suma", dice Agustín Avellaneda, productor del sur de Santa Fe, y esa frase resume lo que está sucediendo con la cosecha 2008/2009. Otra vez, el tiempo está en escena y la sequía, que se reinstaló en el último mes y medio, acompañada con altísimas temperaturas, encendió las luces de alarma. Los trigos adelantaron más que lo normal su ciclo; el maíz se estresó y sufrió el golpe de una helada tardía, y la siembra de soja puso el freno de mano, con lo cual mucha superficie que se iba a sembrar como de primera ahora se hará en época de segunda. Por más que las lluvias se hayan reactivado levemente en los últimos días, hacia adelante la producción tendrá altos y bajos, con lo cual será una campaña con fuerte dependencia del tiempo. Según el especialista Eduardo Sierra, la soja y el maíz ya tienen un 20% menos de agua que lo normal. Y lo que vendrá no da para esperar superrindes. "A partir de ahora, las lluvias van a ser más continuas, aunque no del todo", subrayó Sierra, experto en agroclimatología y profesor de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (UBA). En un contexto en que el factor incertidumbre, los mayores costos y la sequía derivaron en menos siembra de trigo y maíz y recortes en la intención para el girasol, la suerte parece echada. Según estimaciones de Gustavo López, consultor de Agritrend, con una baja en la producción de 10 millones de toneladas la cosecha 2008/2009 será la peor de los últimos tres años. Para López, contra los 97 millones de toneladas del ciclo anterior, la cosecha se ubicará en 87 millones de toneladas. Hace dos años se habían logrado poco más de 94 millones de toneladas. Según López, por la menor producción y caída de precios (bajaron casi un 50% desde julio pasado) el ingreso por exportaciones se achicará de los 34.000 millones de dólares del último ciclo a unos US$ 23.000 millones. También se resiente la recaudación por retenciones, que se achicaría de US$ 10.000 millones a unos US$ 7200 millones.
En tanto, Pablo Adreani, director de AgriPac, estimó en 88 millones de toneladas la nueva cosecha, lo que daría 12 millones menos que los 100 millones que, según esta consultora, se lograron en el ciclo pasado. Para Adreani, el ingreso de divisas caerá en unos 10.700 millones de dólares. En rigor, proyecta US$ 26.580 millones, versus US$ 37.300 millones de 2008. Sería el segundo registro de la historia. Para el analista el ingreso por retenciones bajará en 3160 millones de dólares y lo hará desde 10.954 millones para este año a 7786 millones en 2009.
Futuro climático
En líneas generales, el panorama climático a futuro es el siguiente: "En maíz, en diciembre y los primeros días de enero las lluvias van a ser un poco irregulares, sin continuidad y con grandes diferencias zonales y numerosos episodios de granizo", explicó Sierra. "Durante enero se presentará una situación de riesgo, ya que las precipitaciones se concentrarán en los primeros y últimos días del mes, dejando un lapso de tres semanas con valores altos acompañados por altas temperaturas", dijo. En la zona núcleo, en plena floración y con cobertura del suelo el cereal necesita 8 mm por día, con picos de 10 mm.
"Para soja, entre febrero y marzo van a haber lluvias suficientes para la formación del rendimiento, aunque con rindes de normales a un poco inferiores", comentó Sierra. La oleaginosa requiere en plena floración y con cobertura completa, unos 6 mm por día. Falta sembrar más del 50% del área y por cada día que se demora la implantación se pierden 40 kilos de potencial de rinde.
Hasta anteayer se habían registrado lluvias en regiones centrales y del sudoeste y este de Córdoba, norte de La Pampa y Chaco, pero se hacían esperar en el centro norte de Buenos Aires. "En esta zona la situación es crítica", dijo Eduardo Anchubidart, de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Una decena de productores relataron la situación en sus regiones. "En general, en la zona van lloviendo 450 mm, contra un promedio de 850 para esta época. Pero de estos 450 mm lo utilizado por el trigo y la base de la gruesa no supera los 150 mm", expresó Francisco Santillán, administrador de campos en la zona de Pergamino. Juan Pablo Arabetti, de Don Mario, comentó desde Chacabuco: "Estamos con casi 200 milímetros menos para la misma fecha respecto del año pasado y no hemos podido terminar de sembrar la soja de primera".
En Carmen de Areco, Sergio Rocha, de Areco Semillas, trazó un panorama no muy diferente. "En soja se lleva sembrado un 65/70% de la de primera, y de este porcentaje hay un 10% con grandes probabilidades de resiembra. En maíz, lo poco que se sembró está muy afectado por la helada", indicó Rocha. A todo esto se sumó una importante presencia de plagas asociadas a la seca. En trigo, los lotes cosechados muestran hasta ahora rindes "desastrosos" para la región, con 1,7/2,3 toneladas. Como recordó el consultor César Belloso, de Agritest, esta campaña la recarga otoñal fue escasa y eso condicionó a los cultivos invernales. "Faltaron alrededor de 150 mm de recarga otoñal", afirmó. Agustín Avellaneda coincidió. "La gran diferencia de este año es que los perfiles ya no venían cargados", dijo. En su zona, María Teresa y Teodelina, las temperaturas de los últimos 15 días han superado los 38 grados y le suman presión a los cultivos.
Desde Hughes, Alberto Marchionni precisó que en soja tiene lotes de primera sin sembrar. Y en trigo tendría una pérdida de producción del 33%. Anteayer, Arnolfo Calvo explicaba a este cronista que en la zona de Monte Buey, Justiniano Posse, Monte Maíz y Wenceslao Escalante el registro de lluvias era un 50% del promedio anual.
En la zona de Río Cuarto el panorama es de cierto alivio por las lluvias de los últimos siete días. Pero parecen haber llegado un poco tarde. "La siembra de maíz comenzó casi 30 días más tarde. Como en la zona el Mal de Río Cuarto es la enfermedad que más afecta, todos los lotes que no pudieron sembrarse hasta el 15 de octubre pasaron a diciembre. Es de esperar que se vean lotes afectados por esta enfermedad", indicó el técnico Gustavo Martini, de Aacrea. En soja, en esa zona las fechas en las cuales se obtienen mayores rindes van desde el 15 de octubre al 10 de noviembre, pero hay lotes que recién se están terminando de sembrar.
Por la seca, Pablo Romero, productor del sur de Entre Ríos, no pudo sembrar maíz en la primera fecha de implantación (fines de agosto y septiembre), y ahora está a la espera de que llegue el agua.
En medio de la seca, los especialistas coinciden que los lotes que vienen de planteos con siembra directa estabilizada, rotados y fertilizados, con buenas coberturas y barbechos bien realizados son los que están en una mejor situación. "La acumulación de un buen manejo es un reaseguro", remarcó Joaquín Rabasa, de Aapresid. Según Marchionni, bajo siembra directa un maíz tienen un 25% más de eficiencia de uso de agua. A modo de ejemplo, Guillermo Pailhé, de la regional Tres Arroyos de Aapresid, contó: "Los lotes (de maíz) con buen manejo se van desarrollando con el agua almacenada; los lotes con un manejo no adecuado se encuentran con déficit". Allí, en una zona con tosca, hay campos que llevan sólo 25-30 mm en los últimos dos meses.
Preocupación en el sur bonaerense
"Ya llevamos tres años muy secos", dijo Luis Eizaguirre, presidente de la Asociación Agricultores y Ganaderos de Bahía Blanca. En esa región, la sequía es muy fuerte y las pocas lluvias que hubo en la última semana, de no más de 20 mm, no cambiaron el escenario. Allí piden que el Gobierno aplique la ley de desastre agropecuario para intentar paliar la situación. "El panorama es catastrófico; es la peor seca desde 1962", expresó, por su parte, Manuel Domínguez, presidente de la Sociedad Rural de Coronel Pringles.
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