Ya no saben cuán profundo es el cauce ni si por él está corriendo el agua. Lo único que en este momento logran distinguir es el gran peligro que están padeciendo, al habitar a tan pocos metros de una cuenca a la que no le realizan mantenimiento desde que la construyeron. En La Veguita, en Macuto, el monte y los desechos es lo que más predomina dentro del cauce. Quienes habitan en la zona temen ser afectados con una posible crecida que no se mantenga dentro del canal y termine saliéndose de tantos escombros que hay en el interior.
"Vivimos en una bomba de tiempo. Ya no sabemos qué hacer para que nos escuchen, porque hemos hecho miles de llamados a las autoridades para que vengan y limpien la cuenca, pero no nos dan respuesta. Las lluvias nos tienen muy alarmados y si no estamos pendientes, el agua puede salirse pues el cauce está totalmente obstruido de maleza y escombros", señaló desde una orilla de la cuenca la vecina Rosario Mendoza.
La desidia en la que se encuentra la cuenca La Veguita se repite en otros ríos y quebradas del litoral. En Mamo, La Zorra, Piedra Azul y Osorio también hay escombros para regalar.
El presidente de la Corporación de Servicios de Vargas, Pedro Pablo Calderón, señaló que el mantenimiento de las cuencas debe hacerse de manera mancomunada entre la Gobernación, el Ministerio del Ambiente y el organismo que él dirige. Sin embargo, ello no se está haciendo.
Apunta que en el caso de la Alcaldía sólo se han ocupado de mantenimiento en diques y torrenteras pues no cuentan con equipos ni recursos para intervenir grandes cuencas. Atribuyó la responsabilidad a los otros dos entes que tienen injerencia en la limpieza de cuencas. Pero mientras se dirimen las responsabilidades por ver a quién compete un área y la otra, habitantes padecen por un peligro del que aún no logran deslastrarse, ni siquiera tener una cuenca que al menos esté embaulada. |
|
|