Durante la noche del jueves, nada hacía presagiar que la jornada de ayer podría ser tan complicada para los vecinos de Río Grande. Es que los truenos y relámpagos, tan poco habituales por estas latitudes, le dieron paso a un aguacero de proporciones inusuales.
Desde el jueves por la noche hasta el mediodía de ayer, cayeron 38 milímetros, lo que equivale a la media mensual, es decir, la previsión para todo un mes. De esa forma, varios sectores de la ciudad se vieron completamente anegados por el caudal de agua que tapó arterias casi por completo y que complicó a varias viviendas de barrios como Intevu o AGP, ya que el constante circular de automóviles generó un oleaje que en muchos casos encontró como única barrera a las viviendas en propiamente dichas.
Desde las 6 de la mañana y hasta las 11.30 aproximadamente se vivió lo peor del temporal, con lluvia y caída de granizo, lo cual obligó a que personal de Defensa Civil y Obras Sanitarias municipales deban trabajar arduamente para facilitar el desagote de algunas arterias que se inundaron rápidamente.
Además, la cantidad de agua caída inutilizó algunos establecimientos educacionales, tal es el caso de la Escuela 2 "Benjamín Zorrilla", que durante la mañana no dictó clases debido a algunas filtraciones que imposibilitaron el uso normal de aulas.
El director de Defensa Civil Municipal, Salvador Ojeda, brindó un panorama sobre la situación de emergencia que se vivía en la ciudad en horas de la mañana con las persistentes lluvias.
"Las llamadas comenzaron prácticamente a las 5 de la mañana con vecinos que comenzaron a tener problemas en distintos puntos de la ciudad, vale aclarar que en pocas horas cayeron 32 milímetros de agua cuando mantenemos un promedio histórico de noviembre de 35 milímetros y eso cayó en un día", aseguró Ojeda.
Sobre las tareas a realizar desde la dirección que preside, Ojeda manifestó: "Se comenzó a gestar desde esta dirección un trabajo para dar respuesta a los requerimientos de los vecinos y en una primera etapa se limitó la tarea a trabajar sobre el anegamiento de calles en el casco viejo de la ciudad como calle Bilbao, donde hubo varios puntos críticos".
Asimismo, comentó que "después se trabajo arduamente en sectores de Margen Sur, la calle Berta Weber en Chacra II, donde hubo muchos problemas y fuimos tratando de trabajar de manera conjunta con cuadrillas de Obras Sanitarias y Limpieza Urbana para controlar la situación".
Justamente, una de las zonas que más complicaciones registró fue la calle Berta Weber, que casi en la totalidad de su extensión quedó completamente cubierta de aguda de cordón a cordón.
En otros sectores de la ciudad, como Intevu o AGP, los vecinos decidieron cortar el tránsito improvisando piquetes de madera para evitar que el oleaje producido por el paso de los vehículos, inunde sus viviendas.
Silvia Pereyra, vecina de la calle Thorne y José Hernández, comentó que "acá en el Intevu tuvimos muchos problemas desde temprano porque se generó mucho oleaje por el paso de los autos y a eso de las 7 de la mañana tuvimos que poner un tablón en la calle para que los autos dejen de pasar".
En la misma línea opinó Susana, que reside en el barrio Almirante Irizar de Chacra IV, donde rápidamente las calles quedaron completamente anegadas y los vecinos debieron poner manos a la obra para desagotar varias arterias.
"Mi esposo estuvo colaborando con algunos vecinos para desagotar porque el agua pasaba el cordón y llegaba prácticamente al acceso de nuestra casa", dijo Susana, quien además señaló: "Hay que destacar la labor de Defensa Civil porque trabajaron con rapidez y respondieron los llamados de urgencia casi de inmediato".
El viento trajo la calma
Alrededor de las 12.30, el temporal de lluvia le dio paso a una leve llovizna que cesó definitivamente minutos después. Allí, el viento se encargó de aliviar algunas zonas muy complicadas y en horas de la tarde, la mayor parte de la ciudad ya había vuelto a la normalidad.
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