Una tormenta, acompañada de fuertes vientos y lluvias, se abatió en la tarde de ayer sobre la Capital y Gran Buenos Aires, lo cual provocó la muerte por electrocución de un adolescente en Avellaneda. Este temporal causó malestar entre los centenares de porteños afectados por la falta de energía pues, por los anegamientos, se demorarían los trabajos para restablecer el servicio.
La extraordinaria caída de 60 milímetros de agua en sólo una hora ayer causó inundaciones, congestionamiento vehicular, varias líneas de subte interrumpidas y hasta partidos de fútbol de primera división (Huracán-San Lorenzo) y de básquet suspendidos. Respecto de la muerte del adolescente, Defensa Civil bonaerense informó que el joven jugaba un partido de fútbol en Villa Tranquila, partido de Avellaneda, cuando comenzó a llover. "Al parecer, el muchacho quiso tomar la pelota que había dado contra un alambrado que estaba electrificado y al tocarlo murió en el acto", dijo a LA NACION una fuente de ese organismo.
Las intensas lluvias comenzaron pasadas las 17 y afectaron principalmente a los barrios de Barracas, La Boca, San Telmo, Palermo, Barrio Norte, Almagro, Recoleta, Balvanera y San Cristóbal, donde los vecinos manifestaron malestar por la ausencia de respuestas del gobierno porteño.
En el conurbano bonaerense, las zonas más afectadas fueron Avellaneda, en los alrededores del Puente Pueyrredón, y algunos barrios del partido de Lanús, cuyas calles se encontraban anegadas por la cantidad de agua.
La Agencia Nacional de Seguridad Vial, que depende de Ministerio de Interior, recomendó no circular por las avenidas, calles y autopistas de ingreso o egreso a la Capital. Estaban comprometidos el acceso Sudeste, la avenida General Paz, la bajada del Puente Avellaneda, en Dock Sud, y la bajada del puente Pueyrredón en Hipólito Yrigoyen y la avenida Mitre.
Ernesto Arriaga, vocero de Vialidad Nacional, señaló, pasadas las 18, que "sobre General Paz, a la altura de Maipú, en dirección a la Avenida del Libertador, había filas de autos que alcanzaban los 600 metros", que no podían bajar a esa arteria por los anegamientos, por lo que debían continuar hacia Vicente López o a Núñez. También informó que cayó granizo en Avellaneda, Garín, Campana y Benavídez.
En la Capital, hubo anegamientos en el cruce de las calles Laprida y Peña, en Recoleta, en los alrededores del shopping Alto Palermo, y en Viamonte y Pasteur, donde tuvieron que colocar barrotes en la esquina para que los autos no pasaran por la cantidad de agua acumulada. Otro punto afectado fue la Avenida del Libertador, a la altura de la calle Tagle, frente al Automóvil Club.
También la red de subte estuvo paralizada durante algunos minutos, aunque pasadas las 21, todavía continuaba fuera de funcionamiento los ramales B y D.
Cruces entre funcionarios
No es novedad que la infraestructura de la ciudad se colapse cada vez que llueve de manera copiosa en poco tiempo. No obstante, ayer se dieron cruces de culpas entre funcionarios porteños y nacionales, legisladores opositores y macristas.
El ministro de Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, fue el primero en salir al ruedo. Afirmó a varios medios que los anegamientos y las inundaciones que se produjeron en la ciudad fueron producto de "la lluvia más fuerte del año" y aclaró que "estaba todo preparado" para enfrentar la situación.
En tanto, el ex jefe de gobierno y actual diputado porteño Aníbal Ibarra advirtió que "el colpaso de la ciudad no sólo tuvo que ver con la cantidad de lluvia, sino por la falta de obras y de la limpieza de sumideros".
No faltó una voz del gobierno nacional en opinar. El subsecretario de Obras Públicas de la Nación, Abel Fatala, denunció que el anegamiento en varios barrios porteños por la intensa lluvia caída "se debió a la falta de inicio de obras hidráulicas y de mantenimiento".
Pese a que las empresas Edenor, Edesur y Edelap confirmaron a LA NACION que "el servicio estaba normalizado", y que solamente restaba solucionar "algunos hechos puntuales", la falta de energía continuaba ayer ocasionando problemas en los barrios de Flores, Almagro, Recoleta y Belgrano. Los perjudicados fueron tanto los comerciantes -que redujeron sus ventas e incluso algunos debieron desechar mercadería-, como quienes habitan en casas y departamentos, ya que hubo dificultades con los ascensores y con la presión del agua corriente.
Trastornos por la falta de luz
Un ejemplo es Juliana Quiroga, una mujer jubilada e hipertensa que, sentada en las escaleras del edificio donde vive, en Nazca al 500, contó a LA NACION que "hace tres días que no tengo luz. Ayer [por anteayer] tiré muchísima comida. Estoy muy angustiada, y con lo que gano por mes no estoy como para llenar el freezer todas las semanas", agregó la mujer.
"Pueden quedar algunos hechos sobre los cuales estamos trabajando, pero la situación ya está normalizada", dijo un vocero de Edesur.
Por su parte, en las compañías Edelap (en La Plata) y Edenor brindaron la misma respuesta. "Puede haber un efecto residual luego del intenso día de trabajo operativo [por el de ayer]. Pero a pesar de los cortes, podemos afirmar que la red respondió satisfactoriamente a la alta demanda de energía".
El vocero de la empresa, además, insistió en que "todos los cortes fueron en baja tensión, es decir, en las redes que llegan hasta los domicilios particulares".
Soledad Vallejos, Paula Soler y Julieta Bravo
Cuáles son los sectores afectados
Sin suministro de energía eléctrica
Algunos barrios porteños seguían ayer sin luz, como la avenida Nazca, en las intersecciones con San Martín y Avellaneda, en Flores; Aranguren al 2900, también en Flores; Juncal y Ayacucho, en Recoleta, y Teodoro García al 1700, en el barrio de Belgrano.
Con el servicio eléctrico restablecido
Ayer, y después de varios días sin luz, el servicio se había normalizado en Corrientes y Gurruchaga, en Villa Crespo; Corrientes y Pueyrredón, en Balvanera; Posadas al 1200, en el barrio de Retiro; Libertador y Olleros, en Palermo, y en Luis María Campos y José Hernández, en el barrio de Belgrano.
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