Luego de una audiencia pública no vinculante, los ediles rechazaron por unanimidad el aumento de la tarifa del agua, que proponía a ese cuerpo la Cooperativa de Victorica (Cevic). La reunión dejó a las claras las deficiencias del servicio.
El sábado, cuando a Victorica volvían los cortes de luz y la falta de agua por las altas temperaturas castigaba a casi todo el pueblo, el salón municipal albergaba la nueva modalidad democrática de este cuerpo deliberativo: la audiencia pública. El orden del día establecía la apertura, a cargo del presidente del Concejo Deliberante Juan Benedicto Gandini, y la exposición sobre costos de la tarifa de agua potable y prestación de servicio, tema del que se ocuparían distintos vecinos de la localidad: Luis Cazanave, Norberto Nicolás, Olga Domínguez, Claudia Ruiz, Lidia Fuentes, Norberto Zapata y Andrés Trapaglia.
Ausencia.
La ausencia de público y la falta de representantes de la la cooperativa de Victorica recalentaron las miradas de quienes esperaban otro desenlace. El cuerpo deliberativo a pleno y la presencia del intendente de Victorica Hugo Kenny, a segundos del comienzo, le dieron vida a la primera audiencia pública.
Gandini rompió el silencio, tapado por largos vasos de vidrio y una botella de “Eco de los Andes”. El presidente del CD lamentó la ausencia de la Cevic, recordó el incipiente nacimiento del espacio que ofrece el cuerpo para que la ciudadanía se manifieste y pidió a Cazanave que comience su oratoria.
Atreverse.
Distribución, almacenamiento y cantidad fueron los puntos a los que se refirió el vecino. En su exposición, hizo alusión a los pioneros de la entidad solidaria, que trabajaron con el objeto de cooperar, al margen de los sueldos de los actuales representantes de los asociados.
Alertó que las camionetas cero kilómetro, con inscripciones en las puertas de obras realizadas por la Cevic, están lejos de solucionar los problemas y terminan en una especie de prohibición del uso del agua. “No riegue, no abra la canilla, no se bañe, cuando Victorica está arriba de un acuífero”, ironizó Cazenave. Para cerrar, recordó el fracaso de la cisterna.
A continuación, el ex intendente de Victorica Nicolás tomó la palabra y sintetizó su exposición en un vocablo de la lengua de uno de los pueblos originarios de La Pampa.“Yovun”, dijo, es un término ranquel que quiere decir “atreverse”, en alusión a que habría que animarse a que el servicio comience a ser municipal. En este sentido, propuso que se realice una consultoría técnica.
Por su parte, la ex vice intendenta de Victorica Claudia Ruiz se sumó a los dichos de Nicolás. “El servicio que brinda hoy la Cevic debería volver a la comuna porque le pertenece”, dijo.
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