Brasil espera "hechos concretos" de Ecuador para normalizar las relaciones bilaterales y ordenar el regreso del embajador a Quito, aseguró el ministro brasileño de Relaciones Exteriores, Celso Amorim
En una entrevista publicada hoy por el diario Folha de Sao Paulo, el jefe de la diplomacia brasileña dijo esperar que la situación evolucione "positivamente" pero se abstuvo de comentar cuándo puede regresar al embajador de Brasil en Ecuador, Antonino Marques Porto, convocado a consultas hace cerca de dos semanas.
"Esas cosas son imprevisibles. Dependen de hechos concretos. Hay señales de que las cosas podrán tener una relativa normalidad", explicó Amorim a la publicación.
Agregó que Brasil esperará "hechos que indique una disposición (de Ecuador) de mantener una normalidad en las relaciones".
El ministro brasileño aclaró, sin embargo, que la decisión de su país de convocar al embajador no es tan grave como para pensar en una posible ruptura de relaciones.
"Eso nunca pasó por nuestra cabeza. En nuestra actitud siempre intentamos encontrar las mejores soluciones", dijo.
Brasil llamó a consultas a su embajador en Quito tras la decisión del gobierno ecuatoriano de solicitar a un tribunal internacional la anulación de la deuda que adquirió con el estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (Bndes) de Brasil.
La demanda anunciada por Ecuador alude a un crédito por valor de 286,8 millones de dólares otorgado por el Bndes para financiar la represa hidroeléctrica de San Francisco, construida por la firma brasileña Odebrecht.
La obra fue inaugurada a mediados del 2007 y dejó de funcionar en junio pasado debido a fallos estructurales de los que Ecuador responsabilizó a la empresa brasileña, a la que el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, expulsó del país.
En la entrevista concedida al rotativo, Amorim rechazó también las insinuaciones de Correa en el sentido de que Brasil está entre los "mismos de siempre" que presionan por el pago de una deuda ilegal.
"No cuestionamos el derecho de cualquier país de cuestionar sus deudas, especialmente de los más pobres, pero no voy a asumir algo que no es para Brasil".
"Primero nadie puede decir que Brasil está entre los mismos de siempre. Segundo, no puedo decir que hay una clamorosa ilegalidad en la deuda con el Bndes", apostilló.
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