Los productores rurales no dudan en definir como "una catástrofe" la situación generada en el campo por la sequía y exigen al gobierno que adopte medidas para aliviarla. Si bien en las últimas horas llovió, no alcanzó para mejorar el panorama.
Las recientes lluvias no atenúan la gravedad de la seca, sigue faltando alimento en los campos y continuará la mortandad de ganado.
Varios cultivos -como trigo y cebada- también atraviesan dificultades por pérdida de rendimientos. Otros, como el caso de la soja, en muchas zonas no pudieron plantarse por falta de humedad en el suelo.
Mientras, en el sector lechero se espera que caiga más la producción.
Ante esta situación, la Asamblea de Presidentes de la Federación Rural (FR), que sesionó ayer con la presencia de representantes de más de 80 gremiales de base que conforman la institución, le exigió al gobierno que "asuma su responsabilidad, aportando soluciones concretas".
Antes de dar a conocer las exigencias planteadas al Poder Ejecutivo, el presidente de la gremial, Octacilio Echenagusía, afirmó que el agro vive "una catástrofe", por la falta de alimento para los animales e incluso de agua.
Ante lo que se considera una "falta de toma de decisiones adecuadas por parte del Ejecutivo", se le exigieron las siguientes medidas: "soluciones a la carga impositiva; soluciones financieras, facilitando el acceso a productos e insumos (básicamente raciones para alimentar el ganado); costos de gasoil y energía eléctrica y, prórroga de los vencimientos impositivos".
La asamblea tuvo una alta participación de las gremiales que integran la central rural.
En ella quedó patente el enojo del campo ante lo que se consideran declaraciones erróneas del Ejecutivo, dado que el prosecretario de la Presidencia, Jorge Vázquez, criticó a los productores por no prever el problema climático pese a las advertencias del gobierno.
Los ruralistas consideraron en un comunicado, que "la información distorsionada sobre los hechos, demuestra la inoperancia e irresponsabilidad de nuestros gobernantes y un gran desconocimiento de la situación del sector", señala el comunicado de los asambleístas.
Pese al malestar de buena parte de los asistentes a la asamblea, Echenagusía exhortó a los productores a mirar hacia adelante y dejar atrás las acusaciones. "Hay que seguir trabajando y se precisa el apoyo del Ejecutivo; el sector puede hacer muchas propuestas". Agregó que "responsabilizar a los productores del clima es algo que no entra en la cabeza de ningún ser racional".
RÍO NEGRO. En tanto, el presidente de la Sociedad Rural de Río Negro, José Braga, dijo a El País que "hay una tendencia a la inoperancia por parte del gobierno diciendo que los productores ya estaban al tanto de lo que iba a suceder".
Braga, que fue uno de los 80 gremialistas que participó en la Asamblea de Presidentes de Sociedades Federadas, agregó que la situación en muchos departamentos es crítica y que tampoco se pidieron grandes medidas al Poder Ejecutivo.
Sin embargo, "sí le pedimos al gobierno que asuma que la situación es muy grave. Muchos dirigentes se sintieron muy dolidos en la reunión con los dichos de Jorge Vázquez", dijo.
COLONIA. Pese a que en este departamento llueve desde el domingo 30, los productores agropecuarios consideran que las precipitaciones fueron insuficientes. El promedio en Colonia fue de 20 milímetros, según la Dirección Nacional de Meteorología.
El productor Jorge Manancero dijo a El País que para que los cultivos estén bien y se recuperen las aguadas deberá llover unos 300 milímetros. "El déficit de agua es de 800 milímetros y eso no se recupera fácilmente", afirmó.
SAN JOSÉ. En este departamento, el promedio de lluvias rondó los 15 milímetros, lo cual no alcanza para paliar la difícil situación que enfrenta el sector agropecuario. Han muerto decenas de animales en las zonas ganaderas de Guaycurú, San Gregorio y Mahoma.
DURAZNO. El productor de olivos, Julio Mayobre invierte US$ 400 en riego cada 10 días. "La lluvia ha sido escasa aunque cambió la pisada", afirmó el productor que tiene 16 hectáreas de olivos en pasaje Caballero.
Pese a que cayeron 55 milímetros de agua en Durazno, esta fue "chupada" por el campo, porque las aguadas "siguen secas", señaló. Sin embargo, las lluvias han recuperado el pasto y mejorado las plantaciones de girasol, sorgo, maíz y soja.
FLORIDA. Las precipitaciones en este departamento fueron escasas. "El tambero está contento. Sabe que el agua es insuficiente pero es algo para los animales que están pasando muy mal", dijo Nuria, una productora de paraje La Cruz.
SORIANO. El presidente de la Asociación Rural mercedaria, Jorge Andrés Rodríguez afirmó que se ha perdido US$ 40 millones en potencial de cultivos, ya sea porque no se pudieron sembrar o se secaron por falta de agua. "Los efectos de las pérdidas se verán el año que viene. Los productores de las zonas afectadas recibirán mucho menos dinero", dijo. Producción: red de corresponsales de El País)
Lluvias: pequeño alivio
Desde hace un año, los campos de Colonia, Durazno, Flores, Florida, Río Negro, San José y Soriano padecen falta de lluvias, lo que se agravó en los últimos cuatro meses. En esos departamentos se impulsaron comités de crisis para paliar la sequía que primero afectó a los animales y luego al consumo humano. Ayer, un informe de la Dirección de Meteorología consignó que zonas de Durazno, Colonia y Río Negro -muy castigadas por la sequía- fueron las más beneficiadas por las lluvias de los últimos dos días. En La Paloma (Durazno) cayeron 110 milímetros de agua; en Nuevo Berlín (Río Negro), 102 milímetros de agua y en Villa Soriano, 62 milímetros. Sin embargo, en otras zonas rurales también afectadas por la seca, las precipitaciones no alcanzaron los 10 milímetros. En San José, por ejemplo, en el paraje Mal Abrigo, las lluvias fueron apenas de ocho milímetros. Similar situación ocurrió en varias zonas de Florida: el promedio para todo el departamento fue de 10 milímetros de agua, según los registros pluviómétricos de Meteorología. Según productores consultados por El País, las lluvias aliviaron el calor que enfrentaban los animales desde hace un mes y la humedad reinante generó que la evaporación no sea tan intensa. Sin embargo, las mejoras de las pasturas serán evidentes con las pocas lluvias porque estas se encontraban muy resecas. De todas maneras, muchos productores aseguraron que continuarán llevando a sus animales a pastar a los caminos porque sus campos carecen de pastos.
Caída de granizo destrozó cultivos
Además de la seca, zonas agrícolas de Río Negro y Paysandú debieron enfrentar rachas de granizo que destruyeron cultivos.
Por ejemplo, en plantaciones situadas en el paraje sanducero Porvenir, quedaron destrozados el 35% de los cultivos, señaló el técnico de la Rural de Río Negro, Donald Chalkling.
La sequía dio un respiro en Río Negro, donde los productores esperan recuperarse lentamente del perjuicio sufrido. "Esto es como el enfermo que empezó a tomar la sopa" dijo a El País el productor William Coscia.
Agregó que, con las precipitaciones, no se recuperarán los animales que murieron o el tiempo perdido en la siembra".
En la lechería, la producción bajó un 50% y más. Para los tamberos que se encontraron rápidamente sin alimento y casi sin agua, "la prioridad era salvar los animales", afirmó Coscia.
En este departamento el déficit de precipitaciones es de 500 milímetros para esta época del año y sólo llovieron entre 40 y 100 milímetros, dijo Chalkling.
Indicó que estas precipitaciones llegaron en momento justo para la ganadería, ya que ello permitirá a los productores tener algo de forraje para el verano. Sin embargo, advirtió que estas lluvias no solucionan el problema de la falta de agua en los campos.
Chalkling consideró que la situación es más grave en el rubro lechería, pues ya vienen sentidas las reservas forrajeras para los ganados lecheros.
PAYSANDÚ
Aunque la situación estructural de la sequía permanece incambiada, las lluvias registradas en los últimos días dieron un "respiro" a los productores. Las áreas más comprometidas por la seca siguen siendo las del eje de la Ruta 90, hasta San Francisco y hacia el Sur y el Este, la de Cerro Chato.
El asesor municipal en temas agrícolas, Roberto Cerianni, explicó a El País, que las lluvias fueron beneficiosas para el reverdecimiento de pasturas y generó que algunos productores arriesgaran, a partir de la jornada pasada, la siembra de cultivos de verano.
La situación genera incertidumbre y la necesidad de instrumentar estrategias, dijo Cerianni. Para ello, el próximo 9 de diciembre se reunirá en Paysandú la Mesa Lechera del Litoral.
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