“Estoy muy desilusionada y no me banco más su candidez”. Cristina Kirchner dio la orden en Olivos ayer poco después del mediodía. Y unas horas más tarde la secretaria de Medio Ambiente, Romina Picolotti, fue despedida tras una reunión con el jefe de Gabinete, Sergio Massa, por no haber bancado el veto presidencial a la Ley de Protección de Glaciares. En su lugar Cristina designó a Homero Bibiloni, un abogado especializado en derecho ambiental que fue subsecretario del área durante la gestión de Néstor Kirchner.
Por orden de la Presidenta, Massa citó a la funcionaria a su despacho, alrededor de las 19, para comunicarle la decisión. En el encuentro, el jefe de Gabinete le explicó que Cristina estaba “desilusionada” con ella y le reprochó su “candidez”.
Tal como anticipó Crítica de la Argentina la semana pasada, la Ley de Glaciares que sancionó el Congreso por unanimidad en ambas cámaras fue lo que terminó de decidir a los Kirchner. “Néstor no la sostiene más” fue el mensaje que le hicieron llegar el miércoles último.
Fuentes oficiales anticiparon que, con el sucesor de Picolotti, podría comenzar una nueva etapa en el conflicto con Uruguay por las papeleras. Parece difícil, si se tiene en cuenta el veto del presidente Tabaré Vázquez a la candidatura de Kirchner en la Unasur.
El argumento más fuerte que esgrimían ayer en Gobierno era que Picolotti había ejecutado sólo el 40 por ciento del presupuesto de su área y que, en el último tramo de su gestión, la secretaría había gastado alrededor de 70 mil dólares en viáticos en menos de 20 días.
No es la primera vez que la ex ambientalista es cuestionada por irregularidades en el manejo de los fondos públicos. En julio de 2007, una investigación de Clarín derivó en una denuncia judicial en el juzgado de María Romilda Servini de Cubría. Fuentes oficiales le aseguraron ayer a este diario que la ex secretaria de Medio Ambiente será llamada a indagataria en breve (ver aparte).
La Ley de Protección Glaciares que desquició al matrimonio Kirchner y selló la suerte de Picolotti preservaba a los hielos de la explotación minera y petrolera. Cristina decidió vetarla y darle vía libre, en cambio, a un negocio de unos 2.500 millones de dólares: el emprendimiento minero Pascua Lama, el yacimiento a cielo abierto más grande del mundo, operado por la multinacional Barrick Gold, en la frontera entre Chile y San Juan.
Fue sólo el detonante. En el último tiempo, Picolotti también había recibido cuestionamientos por la demora en reglamentar la Ley de Bosques que lleva más de un año sin ser promulgada por el Poder Ejecutivo.
El viernes pasado, Greenpeace le envió una torta de feliz cumpleaños al jefe de Gabinete para recordarle la falta. Pero en Casa Rosada le recriminaban a la ex funcionaria que, en realidad, la promulgación dependía de su área.
Desde la administración K se preocuparon por aclarar que la decisión no debe leerse como una represalia al sector que llegó al gobierno de la mano del ex jefe de Gabinete, Alberto Fernández. Sin embargo, el proceso de desalbertización que ordenó el ex presidente Kirchner se lleva adelante en todas las líneas. Para aplacar las aguas, Massa le dijo a Crítica de la Argentina que “banca a muerte” a la ministra de Salud, Graciela Ocaña, otra funcionaria que arribó bajo el ala de Fernández.
Picolotti evitó hacer declaraciones pero dejó trascender que fue ella la que presentó su renuncia disconforme por el veto a la Ley de Glaciares. En realidad, Cristina le había ordenado que diseñe un nuevo proyecto de ley “consensuado” con los gobernadores cordilleranos y con el secretario de Minería, Jorge Mayoral. La primera reunión se hizo el lunes en el despacho de Picolotti y, según le dijo a este diario uno de los asistentes, la tensión predominó durante todo el encuentro.
La abogada había llegado al gobierno en julio de 2006, en el punto más alto del conflicto por la instalación de las papeleras y tras representar a Entre Ríos ante la Corte de la Haya. El día de su asunción, afirmó que el ex presidente Kirchner le había dicho: “Romina, la Argentina no da para más en cuestiones ambientales, hacé lo que tengas que hacer y nosotros te vamos a apoyar”.
El Gobierno la sostuvo por pedido de Alberto Fernández tras las denuncias que publicó Clarín. Cuando el funcionario dejó su cargo, Romina quedó sin cobertura política. Ayer, cuando salía de la Casa Rosada, se cruzó con un funcionario. –¿Cómo te va?, ¿cómo andás tanto tiempo? –le dijo. –Como el orto. Me acaban de echar.
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