La situación es crítica en el sur de la provincia de Veraguas, así lo confirmaron las autoridades locales de la provincia de Veraguas quienes están preocupadas por un brote de vómito y diarrea en los poblados incomunicados del distrito de Santa Fe.
Por la humedad y el consumo de agua contaminada, muchos niños comenzaron a enfermarse.
Algunos han sido evacuados en hamacas, ya que sus padres desesperados emprendieron más de cinco horas de camino para evitar que mueran.
De acuerdo a los moradores de la comunidad de Jirote, Río Tallo, Pedregal y otros poblados cercanos a la comarca Ngöbe Buglé, los infantes padecen de vómitos, fiebre y diarrea.
Desiderio Santos, residente en Jirote, llegó con una de sus hijas al puesto de salud de Guabal.
Angustiado, manifestó que en la apartada comunidad quedaron muchas personas adultas y niños enfermos, ya que es imposible trasladarlos porque no pueden caminar.
"Es difícil sacarlos en hamaca porque los ríos aún mantienen sus caudales elevados y las lluvias no cesan", precisó.
Solicitó con urgencia que se movilice a personal médico en un helicóptero, para salvarle la vida a las personas que se encuentran en estado delicado.
En Guabal, un doctor y una enfermera esperaban un helicóptero particular para llegar a las zonas afectadas; sin embargo, el mal tiempo imposibilitó este trabajo, igual que la distribución de las bolsas con alimentos para los afectados de Calovébora, Guázaro, Belén, Concepción, entre otras.
Se conoció que cientos de personas esperan ayuda humanitaria, alimentos, medicina y ropa.

Retrasos.
Alejandro López, director Regional del Sistema Nacional de Protección Civil en Veraguas, manifestó que hay una cantidad considerable de alimentos y agua que no han podido ser trasladas a las comunidades afectadas por lo inaccesible de la vía hacia los poblados.
Alegó que la vía de acceso que comunica a algunas comunidades del corregimiento de Río Luis, con Guabal, Ortiga, y Calovébora presentan severos daños por los deslizamientos de tierra.
Por el momento, las lluvias continúan en la parte costera y en la cordillera central de Santa Fe, lo que mantiene en zozobra a los pobladores de esa región quienes esperan con ansias pronta ayuda.