En 11 días se ha repartido un total de mil 800 toneladas de medicamentos, comida y artículos de necesidad básica a los damnificados por inundaciones de Bocas del Toro, Chiriquí, Veraguas, Panamá y Colón.
En el caso del interior de la República, esta ayuda humanitaria —que ha sido producto de diferentes colectas realizadas en todo el país— fue transportada en 322 misiones divididas en aviones, camiones y barcas. Así lo expresó el viceministro de Seguridad, Rodrigo Cigarruista, quien agregó que todavíafaltan insumos por entregar a las diferentes familias afectadas tras las recientes inundaciones.
Y para restablecer el transporte de pasajeros en este sector del país (Chiriquí y Bocas del Toro) ayer se donó un cisterna con 9 mil 200 galones de diésel.
Por su parte, la ministra de Desarrollo Social, María Roquebert, informó que solo quedará un refugio habilitado en el sector de Changuinola para albergar a las 18 familias de Bocas del Toro que lo perdieron todo en las inundaciones y que no tienen amigos o familiares que los puedan acoger.
Este grupo, que comprende 88 personas entre adultos y niños, tendrá que esperar hasta que el Ministerio de Vivienda (Mivi) realice los estudios pertinentes para reubicarlo o construirle otras viviendas. Lo mismo se hará con las 174 familias de todo el país que perdieron sus casas, pero que han sido recibidas, por el momento, por amistades, familiares y conocidos.
AYUDA POST DESASTRE
En tanto, el coordinador nacional de gestión de riesgo de la Cruz Roja de Panamá, Jorge Alemán, señaló que están gestionando con organizaciones internacionales una ayuda post desastre para los que perdieron plantaciones, semillas y ganado durante los desastres naturales.
“Es darle los recursos básicos necesarios para que puedan empezar de cero. Pues muchos no saben qué van hacer con sus vidas ni de dónde van a sacar productos para cosechar la tierra si no tienen ni para comer”, argumentó Alemán.
Esta ayuda, agregó, también estará dirigida a las familias que no tienen un techo propio donde dormir. “Esperaremos hasta que el Mivi haga los estudios que tenga a bien, para saber cómo se va a distribuir la ayuda”.
Inundaciones, un desastre comparable con ‘Katrina’
Las fuertes lluvias de los últimos diez días en Panamá han causado un desastre comparable en magnitud a lo que el huracán “Katrina” causó en Nueva Orleans en 2005, a criterio de los funcionarios estadounidenses.
“Nos parece un ‘Katrina’ panameño, considerando el impacto y el tamaño de la población”, comentó ayer Gavin Sundwall, portavoz de la Embajada de Estados Unidos, al detallar la asistencia que su país ha brindado a los afectados por el desastre en Chiriquí y Bocas del Toro.
En “Katrina”, se estima que mil personas murieron y decenas de miles quedaron sin vivienda.
En Panamá, cifras oficiales y de las Naciones Unidas señalan que hasta el momento, diez personas han fallecido, con unas 20 mil personas afectadas y 12 mil en centros de refugio.
Tomando en cuenta que la población de Estados Unidos es cien veces mayor que la de Panamá –300 millones comparado a tres millones— estas cifras revelan que el desastre panameño ya ha alcanzado una magnitud igual a “Katrina”, con la probabilidad de que la crisis panameña termine por cobrar un saldo aún mayor.
Ante la escala del desastre panameño, señaló Sundwall, su gobierno respondió rápidamente a la petición de ayuda que recibió el domingo 23 de noviembre del gobierno de Martín Torrijos.
Según el portavoz, la embajadora Barbara Stephenson inmediatamente alertó al Comando Sur y a la AID (Agencia Internacional para el Desarrollo), aunque el mal tiempo impidió que los helicópteros iniciaran vuelos de rescate antes del miércoles 26 de noviembre.
El jueves 27 de noviembre, “Día de Acción de Gracias” para los estadounidenses, los funcionarios de la embajada cancelaron sus festejos para pasarse el día recibiendo y organizando la distribución de 48 mil toneladas de materiales para asistencia humanitaria enviados por la AID.
Betty Brannan Jaén
Comercios reciben provisiones
Aunque el paso es muy restringido en la zona de la cordillera central donde se registró una gran cantidad de derrumbes la semana pasada, los camiones cargados con víveres están llegando poco a poco a los comercios de la provincia de Bocas del Toro.
Fuentes de la Cámara de Comercio de Changuinola señalan que la venta de artículos de lujo como vestidos, cosméticos y zapatos ha pasado a un segundo plano, porque los bocatoreños invierten sus recursos en la compra de alimentos, agua embotellada y gas de cocina.
La semana pasada, debido al mal tiempo, se suspendió el paso de víveres hacia los comercios, lo que ocasionó un desabastecimiento en toda la provincia.
Igual pasó con el combustible, que llegó vía marítima el día de ayer, lo que permitirá regularizar el servicio de transporte colectivo, selectivo y particular.
Ayer en el área de la carretera Chiriquí-Bocas se observaba gran cantidad de equipo pesado para tratar de rehabilitar los puntos críticos y así permitir el paso de vehículos de mayor tamaño hacia y desde la provincia.
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