En medio de un clima hostil hacia la actividad minera en varias provincias, el Gobierno abandonó la posición neutral que mostró en el último tiempo con respecto al sector para tomar partido a favor de un mega proyecto en Mendoza.
A través del decreto 2019, que fue publicado ayer en el Boletín Oficial y lleva la firma de la presidenta Cristina Kirchner, del jefe de Gabinete, Sergio Massa, y del ministro de Planificación, Julio De Vido, la administración K declaró de “interés nacional” al proyecto Potasio Río Colorado, que lidera Río Tinto, una minera angloaustraliana que se encuentra entre las más grandes del mundo.
La iniciativa prevé una inversión titánica: entre u$s 3.500 millones y u$s 4.000 millones para poner en marcha la producción de potasio –un insumo muy utilizado como fertilizante– en la localidad mendocina de Malargüe. Desde 2003, la empresa lleva invertidos unos u$s 136 millones.
La firma espera obtener una producción mayor a los 2 millones de toneladas, que colocaría al emprendimiento entre los más grandes del mundo. Pero si alcanza sus previsiones más optimistas –4,3 millones– liderará cómoda el ránking.
Aunque Río Tinto considera que el proyecto es “fantástico”, según definieron conocedores de la iniciativa, chocó con varias paredes durante los últimos años. Dos son las principales: la aplicación de nuevas retenciones a la exportación de minerales –que alteró a fines del año pasado la estabilidad del sector– y la negativa de algunas provincias a otorgar permisos vinculados con el proyecto. Por caso, se le criticó que podría contaminar el Río Colorado.
En octubre, el gerente general de la firma, Kevin Fox, se reunió con la Presidenta. Estuvo escoltado por el embajador del Reino Unido, John Huges, y tenía entre sus interlocutores a De Vido y al kirchnerista gobernador de Mendoza, Celso Jaque. Sin rodeos, les planteó la clave para que el proyecto avanzara: que el Gobierno nacional manifieste si estaba interesado en su continuidad. Dos meses más tarde llegó la venia desde el Ejecutivo.
“Debemos solucionar algunos puntos”, explicaron a El Cronista conocedores de la iniciativa, que pidieron reserva. “Pero con el apoyo del Gobierno tenemos una posición mejor para negociar”.
Sucede que la producción de potasio de Mendoza se exportará a través del Puerto de Bahía Blanca, en Buenos Aires. Por lo que deberá transitar por ferrocarril las provincias de Neuquén, Río Negro y La Pampa.
Aunque la compañía tramita desde hace tiempo las autorizaciones, todavía le falta obtener el visto bueno de Mendoza al estudio de impacto ambiental –el paso más importante–, y autorizaciones de transporte en Neuquén y en Río Negro.
El decreto publicado ayer formará parte de la carpeta que llevará Fox a Londres, donde deberá obtener la aprobación final y los recursos.
En la compañía reconocen que la crisis que ocasionó el derrumbe de los commodities complica sus planes, pero sostienen que el precio del potasio aún justifica una inversión millonaria. |
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