Al mismo tiempo que las estaciones de servicio meteorológicas de los distintos puntos de la región advierten sobre las altas temperaturas que padecerá este pedazo de territorio, los profesionales de la salud recomiendan tomar todos los recaudos posibles para contrarrestar los efectos adversos del clima.
Entre los componentes para dar pelea al calor característico de la zona el principal es el agua potable para consumo, el que los facultativos y entendidos en el tema recomiendan beber en abundancia.
El Quebrachito es un populoso barrio formoseño que se ubica detrás de la Av. de Circunvalación en la prolongación de la Av. González Lelong, al margen izquierdo. Por el crecimiento demográfico de la ciudad, este barrio ya se incorporó a la geografía urbana.
Lo que podría darle características de sub-urbanización es la falta de servicios básicos para desarrollar un estilo de vida digno. Las decenas de familias que le dan vida al barrio se reparten el tiempo entre trabajar y esperar al camión del Servicio Provincial de Agua Potable y Saneamiento que día por medio cargan los tanques distribuidos cada dos cuadras.
A diferencia de su vecino barrio del 12 de Octubre, El Quebrachito jamás llegó a contar con el tendido de red de agua potable, aunque hoy eso no cuente porque "los del otro lado de la Lelong tienen red pero no sale agua hace como dos meses", según afirman los vecinos.
Con temperaturas promedio a los 35º C como los de la semana pasada, se hace complicado imaginar la falta de agua por los niños y ancianos. "Pero acá estamos acostumbrado a estar sin agua durante horas porque a veces los tanques se vacían a la siesta y hay que esperar hasta el otro día para que los carguen", sostiene Juan Ocampo, un vecino que en su expresión refleja la resignación de todo el barrio.
Mabel, dueña del kiosco que está ubicado frente a uno de estos tanques, afirma que "apenas llega el camión del agua, la gente se empieza a juntar y trae todo tipo de elemento en que pueda acarrear porque no se sabe si a la noche o durante el día va a haber agua". Este barrio podría ser cualquier otro de la ciudad de Formosa. Lo único que cambiaría sería el nombre y quienes hablan, pero con los mismos problemas que esperan la solución tantas veces prometida y nunca cumplida.