El servicio básico de agua potable y saneamiento en Panamá son unas de las áreas más golpeadas y requieren cambios para funcionar de forma óptima.
La magnitud del problema es tal que el Instituto Nacional de Acueductos y Alcantarillados (IDAAN) requeriría cerca de mil millones de balboas para invertir en un plazo de ocho años, de acuerdo con las conclusiones de expertos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El director del IDAAN, Juan Antonio Ducruet, explicó que "esta no es una cifra ilógica" debido a la cantidad de puntos por resolver".
Entre los cambios que se necesitan están la modernización de estructuras, organización y fortalecimiento de la institución sin necesidad de privatizar. Por ejemplo, descentralizar la operación de modo que cada región pueda tomar decisiones sin demoras en los trámites.
También se requiere invertir en tuberías acordes con los altos consumos de agua, así como medidores para que se racionalice el uso.
Los usuarios pagarán por la cantidad de agua utilizada, de lo contrario, el recurso se "despilfarra" y la institución pierde muchos ingresos, según Ducruet.
En este sentido, Pedro Acosta, de la Asociación de Usuarios de los Servicios Públicos, está de acuerdo con las mejoras, pero aclaró que no se permitirá un aumento en las tarifas de pago y que si en algún momento el Estado tomara esa alternativa, entonces se intensificará la participación ciudadana.
El director del IDAAN enfatizó que las mejoras dependen de un proceso continuo en los próximos Gobiernos.
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