La vicepresidenta de la Asociación Vecinal de Caleta Córdova Gladys Sicard dijo ayer que, al recorrer la zona de Barrancas Blancas a cuyas costas llegó el crudo derramado, se encontraron con que la zona está "no del todo limpia, las piedras están sucias y hay manchas de petróleo".
También comentó que "parte de las barrancas está muy llena de petróleo", lo cual consideró normal porque "la mancha alcanzó los 1.000, 1.100 metros".
En nombre de la entidad barrial, Sicard dijo que están "preocupados y no nos vamos a quedar tranquilos hasta que esté todo totalmente limpio". Más adelante, enfatizó: "no creo absolutamente nada" en relación al volumen de hidrocarburo que llegó al mar y con respecto del estado en que quedarán las costas una vez concluidos los trabajos de remediación.
"Bronca y dolor"
Barrancas Blancas no sólo es uno de los lugares preferidos por quienes practican pesca de costa, sino también, uno de los sitios previstos para el desarrollo de proyectos de maricultura. "Ese es el dolor más grande porque es una salida laboral para los maricultores de Caleta Córdova", señaló Sicard.
La dirigente vecinal recorrió la zona el miércoles por la tarde para comprobar cómo quedaron las barrancas cuando el fluido alcanzó la costa. Lamentó que no tuvieron oportunidad de sobrevolar y, por lo tanto, "no sabemos cómo está la situación mar adentro".
De todas maneras, se mostró escéptica y apeló a las explicaciones por parte de "profesionales expertos que nos sepan demostrar que todo va a quedar limpio".
Sicard remarcó que tienen "bronca y dolor. Son sentimientos encontrados porque estamos luchando, trabajando para hacer estas cosas y de golpe, están los reyes de la seguridad, la limpieza y todo, pero se produce un nuevo derrame. Es algo que no se tiene que volver a repetir", concluyó.
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