Cansados de convivir con un persistente mini-basural cerca de sus domicilios, los vecinos se pusieron de acuerdo y salieron a limpiar la esquina. Desmalezaron la zona, pintaron las paredes del baldío ubicado en la intersección de Victoria y La Rioja, escribieron leyendas para concientizar a los vecinos acerca de la importancia de depositar los residuos en los lugares y horarios programados para eso y, así, lograron erradicar el mini-basural que desde hacía años perjudicaba la zona.
Este pequeño gran logro no es el único que enorgullece a la comisión vecinal La Santiagueña, la que lleva ese nombre por ser atravesada por el arroyo así nombrado.
Desde hace varios meses, los chicos del barrio conformaron la base ecológica Jacarandá, la cual busca transmitir a las nuevas generaciones conceptos relacionados al cuidado de la salud y el medio ambiente. Los niños que forman parte del grupo se reúnen todos los sábados a la mañana, en el Parque Berduc, a realizar actividades recreativas y deportivas (dirigidas por un profesor de Educación Física cedido por la Comuna).
Tanto esta base, como la comisión vecinal, cuentan con sus propios blogs; sitios en Internet donde actualizan novedades y recuerdan los caminos recorridos en pos de solicitar a las autoridades municipales que resuelvan el problema central del barrio: la presencia de basura, alimañas y malos olores en el arroyo La Santiagueña.
ARROYO PROBLEMÁTICO. “El gran mal que tenemos es el arroyo. De ahí los malos olores, los bichos, la quema de basura. No se puede vivir con el olor. Nosotros tomamos firmemente la lucha por sanear el arroyo, que ya es una lucha por el río también. Queremos que se sanee todo”, reflexionó el presidente de La Santiagueña, Roberto Avalo, al ser consultado por EL DIARIO.
El vecinalista se refirió a los datos alarmantes –que están reflejados en el blog del barrio-: “Los vecinos que viven a orillas de este arroyo o en su cercanía están, de manera directa o indirecta, en contacto con un curso de agua en el que casi el 70 % de su líquido es materia orgánica en descomposición. De esta manera, todos aquellos que viven aquí quedan expuestos a contraer enfermedades como parasitosis, hepatitis B y diarreas estivales, entre otras, mientras que los que cuentan con los servicios básicos están obligados a convivir con olores insoportables que ni siquiera dejan tener las ventanas abiertas en días de calor”.
MANOS A LA OBRA. Desde hace muchos años, las sucesivas comisiones que han estado a cargo de la vecinal La Santiagueña han solicitado al Municipio que realice tareas de limpieza y, más a fondo, que ejecute trabajos para que se termine con los malos olores.
“Todos los intendentes han prometido, pero ninguno ha cumplido. A las notas pidiendo por limpieza, las estamos repitiendo desde 1994”, comentó Avalo.
En el mes de agosto pasado, los vecinos –una vez más, hartos de la suciedad- se pusieron las botas y salieron de sus casas a limpiar el arroyo. Para contar con ayuda extra, hicieron una colecta de dinero y con eso contrataron a un grupo de hombres que los ayudó en la tarea.
“Luchamos mucho porque consideramos que el arroyo es una cloaca a cielo abierto”, reflexionó el presidente vecinal. Y contó que “cuando nos reunimos con (el intendente José Carlos) Halle le dijimos que hubiese sido lindo que la Municipalidad hubiera tenido participación en la limpieza de agosto. Al otro día, nos mandaron una cuadrilla pero estuvo sentada porque el trabajo ya estaba hecho”, recordó.
Avalo se refirió también al anuncio que, meses atrás, indicaba que llegarían partidas presupuestarias de Nación para colocar tubos subterráneos que encauzarían el agua de lluvia que llega al arroyo desde la zona de la Terminal de Ómnibus. “Supuestamente a fines de julio iban a empezar la obra, pero no hay nada. Muchas veces nos dicen que ya empieza y después, en algún punto, desaparece la plata”, indicó.
GRANITOS DE ARENA. Por el momento, hasta tanto se hagan realidad las promesas gubernamentales, los vecinos siguen haciendo trabajos paliativos: a la limpieza realizada en agosto pasado se le sumará en los próximos días la colocación de un alambrado en el acceso al arroyo que está ubicado en calle Victoria casi San Luis, el cual buscará evitar que los vecinos arrojen basura al curso de agua.
“Todo lo hacemos con la colaboración de los vecinos: uno trae un litro de pintura, otro dona unos pinceles. También tenemos la colaboración de dos pesos mensuales de los vecinos”, explicó Roberto Avalo.
Con esa modalidad es que lograron recuperar la esquina de Victoria y La Rioja, a la cual –ahora- quieren decorar con un mural. “Nuestra idea es que los chicos de la base ecológica Jacarandá hagan un dibujo relacionado al medio ambiente y que (el programa municipal) Todas las Manos lo plasme en los muros. Como ellos tienen el conocimiento, quizás lo hagamos pintar por los mismos chicos con el apoyo del programa”, afirmó.
Para finalizar, Avalo comentó que es intención de su comisión vecinal trasladar la idea de la base ecológica a otros barrios de la ciudad, “para que, a medida que los chicos vayan creciendo, vayan dándose cuenta de la importancia del cuidado del medio ambiente. La idea es que pongamos un granito de arena en cada lugar”.
En relación con esto, el vecinalista adelantó que para el año que viene tienen previsto reunirse con otras comisiones vecinales “para encontrarle en conjunto la solución a diferentes problemas de la ciudad. Estamos en diálogo con las vecinales El Morro, El Túnel, Jorge Newbery y Anacleto Medina, y estarán todas invitadas a formar parte”, anunció.
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