Terminales Marítimas Patagónicas (Termap) informó que durante el fin de semana quedará a cargo de la limpieza una guardia de 20 personas. El último sobrevuelo realizado el jueves dio cuenta de que el mar se encuentra “claro y limpio”, sin encontrarse manchas nuevas. Por eso la de ayer fue la última jornada completa con 80 empleados.
Los resultados finales de las tareas de saneamiento y limpieza del mar en Caleta Córdova -cerca de la monoboya donde ocurrió el accidente-, y la playa de Barrancas Blancas podrían completarse en el transcurso del fin de semana. Después, el gobierno deberá concretar un análisis del agua y la costa.
Las tareas en el mar debieron retrasarse, según informaron desde Prefectura, debido a los cambios de viento y la fuerte lluvia del miércoles que provocaron que la mancha llegara hasta la costa de Barrancas Blancas. Aún después de las tareas de limpieza, habrá en el agua un brillo aceitoso, aunque la playa quedará nuevamente a disposición del público.
La empresa considera que el derrame tuvo una extensión de 2 metros cúbicos de petróleo porque esa es la cantidad que contiene el “niple” que se desconectó del buque “Genmar Spyridon” el martes, luego de una operación fallida en la monoboya de Caleta Córdova.
Para retirar el hidrocarburo, dos empresas contratistas especializadas en la remediación medioambiental ubican a lo largo de 500 metros de la costa de Barrancas Blancas unas mantas absorbentes. El personal, que era de 80 personas hasta ayer, retiraba estas mantas una vez que se empapaban de crudo.
Desde Termap se estima que la mancha se extendió debido a los cambios de vientos y la fuerza de la marea, que provocaron una deformación y fragmentación del petróleo en el mar. El grosor de la mancha, según las fuentes de la empresa, era de unos pocos milímetros mientras que las dimensiones variaron y se dividió.
De esa versión desconfía la asociación vecinal de Caleta Córdova cuyos dirigentes vieron como un accidente de Termap afectó la zona de Barrancas Blancas, un centro despoblado a 7 kilómetros del barrio pero con gran potencial para la maricultura.
Allí, el martes el buque petrolero “Genmar Spyridon” cargó hidrocarburos en la monoboya y debido a los cambios en el viento, tuvo que detenerse de manera preventiva. Cuando retomó el rumbo, una manguera flotante se desenganchó y derramó unos 2 metros cúbicos de crudo, según estiman los técnicos de Termap.
Por este caso, se le tomó indagatoria en el Juzgado Federal a la tripulación del barco. El capitán es de origen ruso, como también una parte de los marineros, mientras el resto son filipinos. La bandera de la embarcación es de las Islas Marshall y el destino del petróleo era Chile.
A todo esto, el 26 de diciembre se cumplirá un año del anterior derrame, cuando 100 metros cúbicos se esparcieron por 10 kilómetros de la costa de Caleta Córdova. Por ese caso fueron procesados 6 de los 11 imputados. Entre ellos, un superintendente de la empresa Antares, responsable de la fabricación del buque Presidente Illia que ocasionó el desastre.
“El plan de contingencia está resultando exitoso”
A través de un comunicado de prensa emitido ayer, Termap sostuvo que “el plan de contingencia desplegado por la compañía está resultando exitoso habiéndose remediado casi completamente el impacto causado en la playa”.
En ese sentido, la empresa consideró “importante destacar la colaboración constante de las autoridades de la ciudad de Comodoro Rivadavia, de la Provincia de Chubut y de la Prefectura Naval Argentina”.
Por otra parte, aseguró que “mantendrá las tareas efectuando un repaso detallado del área y el control de cualquier novedad que pudiera detectarse” y que “desde el primer día Termap ha contribuido con el accionar de la Justicia Federal para el desempeño de su tarea de investigación, así como con la tarea auxiliar de la Prefectura Naval Argentina y con las autoridades ambientales, tanto municipales como provinciales y lo seguirá haciendo en forma permanente”.
Más adelante Termap informó que debió “suspender la recepción del petróleo crudo producido por los yacimientos del flanco norte de la Cuenca y confía que prontamente se encontrará habilitada para alistar la operación de la monoboya y contribuir así a la normalización de las operaciones petroleras de esta región”.
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